Después de un baño me tire en mi cama, quería cerrar los ojos y olvidarme de lo que paso hoy, me sentía triste y a la vez emocionada al verlo, hoy me di cuenta que, aunque pasen millones de años, este hombre no dejara de hacerme sentir emociones, hace que en mi estómago sienta millones elefantes saltando. – eso se llama amor – lo sigo amando, a pesar de que ya no es mío. A si es la vida de injusta.
Llego el día en que no íbamos para mi nueva casa, estábamos reunido en un almuerzo que había organizado mi amiga Suchy, para hacernos la despedida ya que duraríamos mucho tiempo sin vernos – hay amiga te vamos a extrañar – dice Noria – si yo también las extrañare. Pasamos hablando de todo un poco y llego el momento de irnos a tomar el jet del palacio que nos esperaba en el aeropuerto. Y ahí estábamos acompañados de mis amigas, despidiéndonos – buenos nos vemos chiscas, cuídense y por favor infórmenme de los negocios, estaré pendiente desde a ya. – hija ten mucho cuidado – todos los días hablaremos mi preciosa – te amo mi reina – yo también te amo mamá – nos abrazamos, sus ojitos se le aguaron, sus lágrimas brotaron por sus mejillas, tome mi mano y se la limpie. No llores, vas a estar acompañada de Noria y Suchy.
Después de un largo viaje, llegamos al aeropuerto donde nos esperaba los carros con guardaespaldas que nos llevarían al palacio – llegamos, mis padres no esperaban y en sus ojos había un brillo de felicidad, - hija – saluda la reina y mi padre a su hijo y luego a mí. – tome a mi madre del brazo la lleve delante de ellos – majestades, les presento a mi madre – la reina tomo su mano – Milcre – mucho gusto reina – le hizo una reverencia – Raquel – gracias Raquel, a usted le debo todo. Y estaremos agradecido toda la vida por cuidar de mi hija.
Les presente a mis hijos y mis padres no sabía que hacer de la felicidad, no se cambiaban, ya les había mandado a decorar sus habitaciones.
Pasaron tres meses, hoy me presentarían como la princesa Franzy Morastary, me encontraba nerviosa, por donde anda había mucha gente arreglando los jardines para el evento, mis hijos no se cambiaban por saber que les había llegado el día ser reconocidos como hijos de la Dama de Winchester, Bero se veía hermosa e igual mis otros dos hijos. – Princesa la reina la está esperando – me dice una de la mucama – gracias - cuando iba a salir me encontré a mi querido hermano – hola – ¿lista? me dice con una sonrisa – me tomo mi mano y me beso sin quitar la mirada de mis ojos, sentí algo raro cuando se acercó y en el momento pensé que me besaría, pero fue en la mejilla, me abrazo y me susurro en el oído – te amo – me dijo
Crist.... no digas nada, yo sé que no te debo estar diciendo estas cosas, pero es lo que siento por ti – mi princesa siempre serás mi amor eterno, y siempre estarás aquí - me señalo juntando mis manos y llevándolas a su pecho. – agache la mirada para no sentirme lo más incómoda que estaba – lo siento Cristofer – pero a partir de hoy, debes de sacarte esto de tu cabeza, empezar a explorar tu vida, buscar una mujer que te de ese amor que necesitas – somos hermanos y lo nuestro debe ser así. Hermanos.
En sus ojos estallan tristeza, me largo el brazo para que lo tomara y nos dirigimos al jardín, mi padre se acercó tomando mi mano y depositando un beso, me llevo a hasta el altar que habían decorado para la ocasión, me senté en el banco digno de la realeza, de un lado estaba sentada la reina y del otro lado el rey. Buenos Días, hoy nos encontramos aquí para dar reconocimiento a los hijos de los reyes de Winchester – dice el Arzobispo. Se aproxima hacia mí y me pone un manto, luego me hacen arrodillar. Hoy te nombramos como la princesa primera de Winchester. Franzy Morastary Rossetto. Me levanto y retiran el manto, levanta la mano derecha. ¿Juras lealtad al reino? – si juro – ¿juras acoplarte a las reglas del monasterio? – si juro ¿juras contraer matrimonio, para honrar la dignidad del reino? – me quedé perpleja, no sabía que responder, ya que la persona que llena mi vida no estaba conmigo y mucho menos disponible, empecé a temblar y mis manos empuñada sudaban, no sabía qué hacer, miraba a mis padres y mi hermano, estaba enclaustrada. Ya sabía que si aceptaba el juramento tenía que hacerlo, no sé con quién, pero me tocaba.
Princesa, responda al juramento, - me quedé mirando al arzobispo y mis ojos querían llorar. Respire profundo alzando la cabeza – si... juro – respondí. Todos me miraban con cautela a mi respuesta y sentí que soltaban el aire de sus pulmones, me senté para que acomodaran la corona en mi cabeza. Estaba llena de emociones no sabía si de felicidad o de tristeza. Nunca imagine que esta era la vida que había perdido desde hace 40 años alejada de la realidad, viviendo una como persona común y corriente. La cual estuvo casada con un millonario, pero nada comparado con esta. Donde todo es perlas llenas de oro.
En este momento era transmitido por todos los medios de comunicación al mundo entero, me sentía rara, ya que un día había soñado hacerme conocer en miles de países por mi trabajo, pero no pensé que mi identidad lo había hecho sin tanto esfuerzo. Todos aplaudían – ahora recibamos a los príncipes nietos de la realeza hijos de la princesa Franzy. Mis hijos subieron y procedieron con la ceremonia en cada uno de ellos. Estaban felices por sus reconocimiento como hijos de reyes. Así transcurrió la ceremonia de reconocimiento, todos me felicitaban y a los herederos más pequeños también.
Estaba en mi oficina, escuchaba la bulla y la emoción de mis empleados, no sabía cuál era el motivo, Salí a inspeccionar y Velca se me acercó. Señor Gustavo se está perdiendo el reconocimiento de la princesa de Winchester – mujer, no tengo tiempo para esas cosas, hay mucho trabajo- me gire para regresar a la oficina – señor, pero es que se trata de su ex esposa
– me gire bruscamente y la mire ¿Qué? Si es doña Victoria – bueno ahora ya no se llama así, ahora es Franzy Morastary Rossetto – mi cara era de asombro, no lo podía creer, y tan solo pensé que era una broma de ellos ese día, por eso me retiré me sentía furioso de ver el estúpido del príncipe. Pero nunca pensé que estuve casada con una princesa, una mujer de sangre pura y fina.
Camine hacia la pantalla donde estaban los empleados viendo el evento – y ahí estaba la mujer que me atormentaba, la que un día deje ir y la cual no he tenido un momento de tranquilidad. Me siento mal por todo lo que la hice pasar y haberla secuestrado con el egoísmo de no aceptar que todo se había acabado. Le estaban haciendo los juramentos. Pero quedé frío cuando escuche que debía jurar casarse para honrar el reino, estaba en shock, no sabía qué responder, miraba para todos los lados y el arzobispo esperaba su respuesta. Le volvió a preguntar hasta que ella respondió con un sí. Mi sangre ardía tan solo imaginarla casada con otro hombre, sentía que la había perdido ahora sí, que las esperanza se me iban por un abismo, después coronaron a los niños como príncipes, sentía un mundo de emociones a ver que mis hijos engendrados por mí son hijos de reyes. Era impresionante esta historia que cambio de un día para otro
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LA DAMA DE WINCHESTER
De TodoVictoria una mujer, criada por una familia adinerada, termina casándose con un empresario, muy exitoso, tienen tres hijos, un camino largo en su carrera, siendo una diseñadora de moda con muchos reconocimiento, sigue abriendo puertas en diferentes p...