CAPITULO 32

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Después de un día de cansancio, salgo de la boutique, ya que eran las 8:30 pm, todos ya se habían ido, me había quedado a terminar cosa atrasadas, apague las luce y fui abrir la puerta, sentí que me la empujaron yo me asuste

¿Gustavo? ¿Qué haces aquí? Entra y cierra la puerta sin responder

Oye te estoy hablando, que haces aquí. mi corazón empieza a latir con fuerza

En sus ojos habían lujuria, fuego – ash- no sé qué es, ya que estábamos en la oscuridad solo veía sus ojos. Que brillaban y me miraba con misterios. Por cada paso que el daba hacia mi yo daba uno hacia atrás

¿Qué quieres? Gustavo – te estoy hablando

A ti – me dice en una voz ronca

Cuando siento que puedo correr, giro a la oficina. Pero tan mala suerte el me atrapa y me alza – suéltame le grito, cierra la puerta con el pie, me suelta y corro atrás del escritorio, pero es más ligero y abraza y me  tira sobre el sofá, con mis puños le pego, y él se ríe.

No puedes conmigo mujer – sabes que te puedo dominar – y cada ves que pueda te are mía, -. ¡estás loco! Esto no puede ser – ya no somos nada

En un descuido me besa bruscamente mordiéndome los labios - lo aparto – pero el vuelve hacerlo.

¿Qué harías si te racto  y te llevo lejos, donde estemos los dos solos para siempre?

Lo miro sorprendida a los que dice ¡estás loco! Si por ti –me tienes así, mi amor – por ti haré cualquier cosa para no dejarte ir

Mientras estaba hablando me puso algo en la nariz y me  desvanecí.

Llegue me parque al frente de la boutique, desde antes de las 6:00 pm, a esperar a que saliera, sabiendo que Victoria era la última que salía, venía desde hace un mes haciéndole seguimiento y hoy decidí, que me la llevare no permitiré que se vaya y la hare cambiar de decisión, no la perderé es mía

Cuando observo el edificio veo que las luces se van apagando, me bajo del coche y espero que abra la puerta, aprovecho y la empujo

¿Gustavo? ¿Qué haces aquí? Me pregunta - cierro la puerta

Oye te estoy hablando – vuelve y habla

Me miera sorprendida, yo diría asustada

Yo daba un paso hacia ella y ella dama uno hacia tras mirando para todos lados

¿Qué quieres? Gustavo – te estoy hablando - está desesperada

En una de esa pega a correr a su oficina y tomo y la alzo y le lleva a dentro cerrando la puerta, la suelto, corre y vuelvo a tomarla y la llevo al sofá, tirándome en cima, la beso mordiéndole los labios, me da puños y yo me rio de verla rabiosa,

No puedes conmigo mujer – sabes que te puedo dominar – y cada ves que pueda te are mía, -. Le digo - ¡estás loco! Esto no puede ser – ya no somos nada- me responde

En un descuido la beso bruscamente mordiéndole los labios – me aparta – pero la vuelvo a besar

¿Qué harías si te racto  y te llevo lejos, donde estemos los dos solos para siempre? Le digo

Me mira sorprendida ¡estás loco! – me dice - Si por ti –me tienes así, mi amor – por ti haré cualquier cosa para no dejarte ir – le digo

Aprovecho el dialogo, y me sacó del bolsillo el pañuelo y se lo pongo y la duermo.

Tome sus cosas y las llaves de la boutique  llevandolas a mi coche, sacando las llaves de su coche y se las entregó a Fran para que se adelante con él, luego vuelvo la tomo en mis hombros y la llevo al coche y cierro todo

Arranco el coche nos dirigimos a 30 minutos, donde queda la cabaña de nuestra propiedad. Llegamos a nuestro nido de amor, el cual siempre utilizamos para escaparnos- la baje con cuidado y la lleve a nuestra alcoba – la acomode, la desvestí, tapándola con la manta.

Baje para preparar la cena para los dos.

LA DAMA DE WINCHESTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora