V. Perdiendo por completo la razón.

572 54 16
                                    

Mirando el camino por donde conducía, Jung Kook recordó algo y miró por un momento a Ji Min, para después volver su mirada a la calle, tomó una caja que estaba sobre el posa vasos y la acercó a él.

- Ten, es para ti.

Curioso por el regalo, Ji Min volvió a sonreír y lo tomó, abriendo la caja para ver lo que había en su interior y su sonrisa se amplió al ver los dulces que el menor le había comprado.

Curioso por el regalo, Ji Min volvió a sonreír y lo tomó, abriendo la caja para ver lo que había en su interior y su sonrisa se amplió al ver los dulces que el menor le había comprado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿cómo sabes que me encantan las cosas dulces? –dijo Ji Min.-

- Bueno, ahora lo sé.

Ambos rieron y el castaño se inclinó un poco hacia Jung Kook para dejar un beso en su mejilla y después volver a su asiento.

- Gracias. –dijo, sonriendo.-

El menor sonrió y apenas encontró un semáforo con luz roja se detuvo y no perdió el tiempo para tomar por las mejillas al contrario y besar sus labios, ambos cerraron sus ojos y se dejaron llevar por el movimiento intenso de sus labios, sin notar que los minutos pasaban hasta que el claxon del auto de un enojado alfa los hizo salir del trance de sus húmedos besos, riendo para seguir su camino.

- Tus besos son de otro mundo, lo juro. –dijo Ji Min.-

- ¿eso crees? –el menor rió.- me halagas.

- Solo soy sincero. –sonrió.-

Continuó conduciendo hasta llegar al restaurante lo más alejado que pudo de las zonas que sabía que Tae Hyung frecuentaba, no quería correr el riesgo de que lo encontrara saliendo con otro, así que midió muy bien sus pasos para no ser descubierto. Bajó primero y fue a abrirle la puerta a Ji Min para que éste también saliera del vehículo; se adentraron al lugar y pidieron una mesa para dos al primer mesero que fue a atenderlos.

 Bajó primero y fue a abrirle la puerta a Ji Min para que éste también saliera del vehículo; se adentraron al lugar y pidieron una mesa para dos al primer mesero que fue a atenderlos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿te gusta? –preguntó Jung Kook, al tomar asiento.-

Se habían sentado en una mesa lo más lejana posible a la entrada, Ji Min no dejaba de observar todo a su alrededor con curiosidad y al escuchar la voz de Jung Kook, volvió a verlo.

Amores prohibidos || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora