Park Ji Min es un omega que creció teniendo un romance secreto con su primo alfa, Min Yoon Gi, ellos, a los ojos de sus padres eran casi como hermanos, pero al crecer y darse cuenta de la imposibilidad de su relación a futuro, el joven omega decide...
La sincera respuesta proveniente de los labios de Ji Min hizo que una sonrisa se dibujara en el rostro de Yoon Gi instantáneamente, acariciando la mejilla del mismo, sin dejar de mirarse a los ojos.
- Véngate. –dijo Yoon Gi.-
- ¿qué?
- Véngate de él. –se acercó un poco más.- págale con la misma moneda.
- ¿a qué... te refieres?
- Esto es solo una sugerencia, pero... podrías hacerle lo mismo, vengarte saliendo con alguien más a sus espaldas... y luego, si quieres, dejarlo. –dijo Yoon Gi.-
- No puedo hacer eso... -dijo Ji Min.-
- ¿por qué no? Si él puede hacerlo, tú también.
- No, no. –negó con su cabeza y agachó su mirada.- debo pensar bien en lo que haré ahora. Dejarlo obviamente es una buena opción, pero no quiero que Dongyul salga afectado, no es bueno para los niños crecer con padres separados...
- Jimin... no puedes estar con alguien a quien no amas.
- Pero se trata de mi hijo, Yoongi...
- Mírame. –volvió a tomarlo del mentón.- él estará bien.
- ¿cómo estás tan seguro de eso?
- Solo lo sé. –besó su frente.-
- No... tú no sabes nada.
Ji Min se zafó de sus brazos y se levantó para alejarse de él.
- Necesito pensar, Yoongi, esto no es fácil de asimilar para mí.
- Yo te ayudaré. –fue tras él.- Jimin, sé mío otra vez.
- ¿qué? Estamos casados, Yoongi.
- No me importa, nada me importa cuando se trata de ti.
Poco a poco fue avanzando hacia él, haciendo que el menor retrocediera hasta chocar con la pared y entonces lo acorraló con sus brazos.
- No huyas de tus sentimientos. –dijo Yoon Gi.- he sido paciente, esperando una oportunidad para actuar y hacerte entrar en razón desde que volviste y ese momento es ahora.
El cuerpo del menor temblaba levemente por los nervios que la situación le generaba.
- Sé que me vas a decir que tú no eres así, que no quieres cometer una infidelidad, pero en realidad, si lo piensas bien, a nosotros nunca nos importó romper las reglas. –dijo Yoon Gi.- Jimin yo te deseo como lo hice desde siempre, déjame convertirme en tu sustento y deja a ese idiota que no sabe valorarte.
Sintió su cuerpo estremecer, pero al recordar algo que le hizo poner los pies en la tierra, desvió su mirada.
- ¿y qué hay de tu esposo? Tú estás casado con Hoseok. –dijo Ji Min.- ¿piensas tenerme como amante tú también? ¿o vas a dejarlo así de fácil? Yoongi, ya no somos unos niños jugando a los novios, ambos tenemos vidas hechas con distintas personas.
- Deja de pensar con tu cabeza y escucha tu corazón.
Pasó su mano suavemente a la mejilla ajena y con su dedo pulgar acarició los gruesos labios carnosos del menor que se estremecía por el roce de sus dedos.
- Tus labios siguen siendo igual de hermosos y tentativos. –susurró Yoon Gi.-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
