Park Ji Min es un omega que creció teniendo un romance secreto con su primo alfa, Min Yoon Gi, ellos, a los ojos de sus padres eran casi como hermanos, pero al crecer y darse cuenta de la imposibilidad de su relación a futuro, el joven omega decide...
A medida que Dong-Yul crecía se parecía más a Jung Kook físicamente, mientras que el carácter que tenía lo había heredado del lado materno; cuando cumplió los cinco meses, Jung Kook volvió a hacer sus viajes, con la diferencia de que lo hacía cada tres semanas y aunque a Ji Min seguía sin agradarle la idea, ya se había acostumbrado a ello, de cualquier manera su relación ya no era la misma, él continuaba siendo tan atento como siempre lo fue, pero con su distancia y la fuerte sospecha de su infidelidad Ji Min a poco a poco dejó de importarle si él ya no volvía, solo era capaz de pensar en su hijo y eso era lo que lo mantenía en aquel matrimonio que no era lo que esperó, no quería que Dong-Yul creciera con sus padres separados, así que soportaría lo que fuera con tal de ver a su hijo feliz, porque no había que negarlo, él era muy apegado a Jung Kook y cada vez que se iba a Ji Min le costaba mucho hacer que dejara de llorar.
Era temprano por la mañana, Jung Kook y Ji Min despertaron después de haber hecho el amor un par de veces la noche anterior y luego de vestirse salieron juntos de la habitación, llevándose una sorpresa cuando vieron a su hijo gateando hacia ellos, aparentemente se dirigía a despertarlos.
Se acercó a él y lo abrazó, llenando su rostro de besos tiernos y sonoros, escuchándolo reír.
- Feliz cumpleaños, Jeon Dongyul. -canturreó Ji Min.- nuestro pequeño ya tiene un año.
Jung Kook sonrió y se unió al abrazo cálido y familiar, para después dejar al pequeño de pie y hacerlo reír para tomar un par de fotos; Dong-Yul veía los gestos de Ji Min y se carcajeaba, mostrando sus únicos dientes.
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- Oye, Dongyul. -dijo Jung Kook, comenzando a gravar.- ven conmigo, ven con papá.
Cada uno se puso a un extremo no muy lejano, por si el pequeño se caía, podían atraparlo.
- Ve con papá, pequeño. -dijo Ji Min.-
Dong-Yul los miró a ambos, volteando su cabeza varias veces en ambas direcciones, pero no se atrevió a dar un paso.
- Tengo una idea. -dijo Ji Min, levantándose.-
Fue rápidamente a la habitación del pequeño y tomó aquel peluche al que se había apegado, volviendo a sentarse donde mismo, ahora mostrándole al pequeño su juguete favorito.
- Mira, Dongyul. Ven a buscarlo, ven por él. -comenzó a agitarlo un poco, intentando tentar al pequeño.-
Motivado por el interés de quitarle su juguete, Dong-Yul tardó un poco, pero dio un par de pasos hacia Ji Min, haciendo que ambos padres se sintieran igual de emocionados.
- Sí, tú puedes, solo tienes que venir a mí. -dijo Ji Min.-
Rieron con emoción a medida que Dong-Yul se acercaba hasta caer sobre el peluche, entre los brazos de su madre, Jung Kook grabó todo y feliz, fue con ellos para llenarlos de besos tiernos, después de todo eran sus primeros pasos, era motivo suficiente de celebración para los emocionados padres.
