Amores prohibidos || Yoonmin

XXIV. Fin del teatro.

Al terminar con la revisión del bebé, el peso de Ji Min, su producción de leche y demás, fueron junto a la doctora de vuelta a su oficina para sentarse con ella frente a su escritorio y recibir algunas indicaciones, además de un frasco con las vitaminas de Ji Min y una crema para evitar estrías en el vientre.

- Doctora... me da un poco de vergüenza preguntarle esto, pero... -dijo Ji Min.- ¿aún puedo... tener relaciones sexuales?

Ella se sorprendió un poco por su pregunta y rió levemente.

- Claro, todo va bien con tu embarazo. –dijo ella.- pero deben tener cuidado al hacerlo, ya que estás casi en el quinto mes.

Esbozando una leve sonrisa, Ji Min asintió y luego de pagar la consulta y lo demás, salió junto a Yoon Gi de vuelta a casa; mientras Yoon Gi conducía, Ji Min experimentó una mezcla de alegría, alivio y preocupación, viendo por el espejo retrovisor a su hijo jugar en la silla que habían instalado en la parte de atrás del auto.

- Te lo dije. –dijo Yoon Gi.-

- ¿qué cosa? –dijo Ji Min.-

- Que es mi hija. –sonrió.-

Llevó su mano libre al vientre abultado del contrario y acarició un poco su pancita, ocasionando que sus mejillas se pintaran de carmín al instante.

- Aun así hay que hacer una prueba de paternidad cuando nazca. –dijo Ji Min.-

- No hace falta, ya sabemos que es mía.

Ji Min asintió y miró hacia el frente.

- Pero también el bebé que espera Hoseok. –susurró Ji Min.-

- Es verdad. –el mayor asintió.- ambos lo son y no puedo dejarlos solos a ninguno de los dos... estoy dividido, pero con Hoseok no tengo otra opción, si me descuido él tratará de abortar otra vez.

- Lo entiendo. –colocó su mano sobre la del mayor.- también me importa él ¿sabes? Sigue siendo mi mejor amigo, aunque me haya metido con su esposo... me siento mal por eso, al pensar en su estado mental y emocional, me sentiría muy culpable si algo malo le pasa...

- Tranquilo, los planes cambiaron, pero ya encontraré una forma de estar contigo.

Yoon Gi tomó la mano del menor y dejó un beso en ella, sin quitar la vista de la carretera, Ji Min sonrió y volvió a sonrojarse, asintió nuevamente y se reacomodó en el asiento, volviendo a ver a su hijo que cabeceaba y bostezaba en su asiento.

- Casi se duerme. –dijo Ji Min.-

Para cuando llegaron a la casa, el niño ya se había dormido y Ji Min lo cargó para llevarlo a su cuna, mientras Yoon Gi lo esperaba en la sala; bajó nuevamente y se acercó a él, sentándose a su lado.

- ¿tienes que irte? –dijo Ji Min.-

- Dejé a Hoseok con mi madre, ella lo tendrá bien vigilado. –sonrió.- quiero estar contigo.

Ji Min sonrió también, sintiendo la mano del mayor posarse sobre su mejilla y acariciarla con suavidad, llevó su mirada a aquellos gatunos ojos y cerró los suyos una vez que sus labios se juntaron en un lento beso lleno de amor, que poco a poco se fue intensificando y volviéndose apasionado y lujurioso. Las descontroladas hormonas de Ji Min le hicieron tener casi las mismas reacciones que tendría si estuviese en celo, subiendo en un instante la temperatura de su cuerpo, mojando su entrada y poniendo su pequeño miembro duro tan solo por los besos de su amado.

Yoon Gi lo tomó en sus brazos y subió las escaleras hasta llegar a la habitación del menor, donde se adentró y lo dejó en la cama, sonriéndole mientras poco a poco iba desnudándolo.