Sunset |Gilbert Blythe.

Fourteen.

Andra Vogel.

Desde el funeral de Harry ya habían pasado 2 meses y mis padres no hablaban mucho conmigo, estaban en automático por lo que la mayor parte de tiempo estaba con Diana o Gilbert quien cumpliendo con su promesa ahora estaba dedicando gran parte de sus estudios en la medicina.

—Vamos Andra, dile algo.—Bash hizo una mueca.

—Deberías descansar un poco, estudiar medicina al mismo tiempo que las clases del Señor Phillip no te esta haciendo muy bien.—Intenté agarrar su libro pero con un movimiento lo aparto de mi mano.

—Tengo que estudiar, Andra.—Sentí incomodidad en su voz.

—De acuerdo, no tienes que enojarte.—Levante las cejas un poco sorprendida por su reacción.

Bash por su parte se fue a otra habitación, el conocía lo irritable que estaba Gilbert con tanto peso de estudios que ahora tenía y claro me sentía mal al verlo así.

—Si no lo entiendes entonces anda con Diana o Cole.—Me miró de reojo hablando con un tono molesto a diferencia de antes

—Vine aquí por ti, quería pasar tiempo contigo.—Bufé.

—Yo estoy ocupado, necesito concentrarme.

Al escucharlo me levanté de la silla haciendo que me miré curioso;—Pues no te haré perder mas el tiempo, Gilbert.

La única razón por la que mantenía mi sonrisa era por no preocuparlo pero parecí que ni siquiera quería verme en ese momento, más bien evitaba hablarme. Entendía que se esforzará por estudiar pero todos necesitamos un descanso aunque sea pequeño.

Cuando salí de la casa fui al bosque donde Anne tenía un "Club" algunas veces había ido en compañía de Diana quien ahora se veía mucho mejor por lo menos ya no lloraba todo el tiempo.

—¡Andra!—Cole me llamó.

—¡Cole!—Me acerqué entrando a la pequeña cabaña.

Las otras tres niñas hablaban sobre el compromiso del Señor Phillips y Prissy Andrews pero al verme me mostraron una sonrisa.

—Andra, ¿Como sería tu boda ideal?—Preguntó Anne.

—Algo simple, no me gustaría usar un vestido que me ahogara.—Sonreí.

—¿Como el que usaste en la obra?—Habló Ruby, pero al parecer recordó lo que sucedió ese día.—Yo... lo siento, no quería.

—Ese vestido fue horrible.—Evite decir algo o mostrarme triste.

—Yo amaría usar un vestido así, que yo sea el centro de atención.—Diana sonrió a la nada.—Me preguntó, ¿Gilbert no te a propuesto casarse?

Ruby solo mantuvo la sonrisa, tan solo ellas sabían que Gilbert y yo estábamos juntos aunque eso no significaba que los sentimientos de la rubia hayan desaparecido tan solo comenzó a madurar.

—Algo así.—Murmuré la noche de navidad.

—¿En serio?—Anne me miró con una sonrisa.

Yo asentí con una sonrisa;—Estuvimos de acuerdo en hacerlo luego de ir a la universidad.

—Si Gilbert estuviera conmigo le diría que si lo antes posible.—Ruby agachó la mirada.—No me gustaría que se arrepienta y encuentre alguien más

En ese momento Diana fingió hacerle una propuesta de matrimonio a Ruby haciéndonos reír, mi mirada se dirigió a mi brazalete ¿Gilbert se agotaría de esperarme y se enamoraría de alguien más?

* * *

El día de la boda había llegado, todos en la iglesia esperábamos la entrada de Prissy, al notar como mis padres se sentían un poco más cómodos al hablar con los Cuthbert me desplacé hasta llegar junto a Gilbert.

—¿Ya no estas tan gruñón, Blythe?—Hablé en voz baja mientras el sostenía mi mano.

—Andra, yo... lo lamento, no quise que te fueras así y.—Antes de que pudiera continuar lo interrumpí.

—Está bien, te entiendo.—Di un suave apretón a su mano haciendo que me sonría.

Entonces la boda inició, Prissy estaba hermosa con su vestido mientras entraba del brazo de su padre por lo que aproveché para quitar aquella inseguridad que tengo desde la ultima vez que hablé con Ruby;—Ni creas que usaré un vestido así se grande.

El río a lo bajo y relamió sus labios antes de mirarme de reojo, el tenerlo de perfil me hizo ver con más claridad sus hoyuelos.

—Estoy más que seguro de eso, no creo poder aguantar la risa si tropiezas con la falda.—Ambos reímos a lo bajo al imaginar un momento así.

De repente todo cambio en un abrir y cerrar de ojos cuando mi mirada y la de Prissy se encontraron, la rubia dejó caer su ramo corriendo a fuera de la iglesia, miré a Gilbert y rápidamente fui tras ella junto al resto de niñas.

La nieve me complicaba demasiado correr, pero al verla caer nos acercamos preocupadas Prissy comenzó a reír y a dar vueltas al mismo tiempo que Jane y Ruby sostenían mi mano para formar una rueda alrededor de ella.