Sunset |Gilbert Blythe.

Ten.

Andra Vogel.

Los días y semanas pasaron mientras Gilbert y yo poco a poco perdíamos el contacto, aquellas cartas semanales poco a poco dejaron de llegar fue casi como si el desapareciera.

Al principio casi no podía comer o prestar atención a clases cosa que el Señor Phillips aprovechó para burlarse innumerables veces de mi, incluso llegaron unos hombres con la mentira de que había oro en Avonlea.

—¡A-Andra vamos!—Mi hermano levantó la voz.

—Ya estoy aquí, no grites.—Hice un puchero cansada.—Hey, ¿Te sientes bien? Estas pálido.

—Estoy b-bien.—Sonrió.

Desde aquel día que se desmayó estuve más pendiente a su salud, si algo le pasara no sabría que haría.

—Hasta luego.—Nos despedimos de nuestros padres yendo a la escuela.

Como cualquier otro día aburrido paso lento, quitando el hecho del nuevo niño Cole algunas veces ojeaba sus dibujos a la distancia por momentos me descubría mostrándome una sonrisa vaya que tenía un gran talento en el arte.

A la hora del almuerzo lo vi solitario así que me acerqué a él pidiéndole permiso con la mirada a lo cual me sonrió;—Soy Andra.

—Cole.—Se presentó tímido.

—Veo que te gusta mucho dibujar.—Le mostré una sonrisa.

—Solo un poco.—Murmuró.

—Tienes mucho talento, lo único que puedo dibujar es... bueno, no soy buena en el tema.—Al notarlo tan callado intenté continuar la conversación.—Mi hermano cuando era pequeño amaba pintar, eso le ayudaba a desestresarse y no tartamudear.

—¿Quien es tu hermano?—Miró un momento a Billy.

—No, Billy es un idiota.—Hice una cara de asco.—Una vez lo golpeé en la cara.

Soltó una risa nasal supongo que se imagino como una "delicada señorita" le rompía la nariz al mono sin cerebro.

—Mi hermano es Harry.—Miré al castaño quien conversaba con su amor no tan secreto, Diana.

—Pensé que no hablabas.—Habló arrepintiéndose al instante.—Quiero decir, antes no hablabas con nadie así que pensé...

—Tranquilo.—Sonreí intentado que se relajaba.—Digamos que solo estaba preocupada por... alguien.

—¿Alguien?—Preguntó curioso.

—Alguien muy importante para mi.—Suspiré recordando el ultimo beso que nos dimos antes de su partida.—Tal vez algún día regrese y lo conozcas.

—Espero que no sea como Billy... Ayer Anne se fue por su culpa.—Apretó la mandíbula.

—Lo siento, ayer no me quedé hasta tarde.—Jugué con mis dedos.—Pero te aseguro que no es como el.

Antes de seguir con la charla el Señor Phillips ingresó mandándonos a sentar a todos, Cole es un chico muy agradable a pesar de ser algo callado espero que pronto nos hagamos buenos amigos.

Al momento de la salida todos se quedaron haciendo una rueda en el suelo, con una botella al centro de todos, me senté esperando a que comenzaran algún juego tal vez a confesar algún secreto.

—Ya saben las reglas.—Josie Pye se cruzó de brazos.—Empieza tu, Harry.

Mi hermano asintió y le dio una vuelta, casi como por obra del destino le tocó con Diana por lo cual yo me emocioné esperando a que se dijeran algo o lo que sea que hagan en este juego, pero al verlos darse un beso sentí mi cuerpo frío y de seguro estaba pálida.

—Bien, es tu turno Andra.—La rubia me señaló.

Sin querer ser una aguafiestas la hice girar, no quería besar a nadie a la única persona con la que me agradaba hacerlo era con Gilbert pero el no está aquí, para mi mala suerte cayó frente a Billy quien hizo una mueca.

—No voy a besarla, la última vez que hable sobre ella Gilbert casi me rompe la nariz de un golpe.—Habló molesto.

—Pero aquí no está el para defenderla.—Josie alentó antes de mirar a mi hermano quien le mostró una cara de desaprobación.—Bueno, además de Harry.

—Me rehuso.—Se cruzó de brazos.

—Yo la besaré.—Cole se levantó evitando que sigan hablando sobre mi.

—De acuerdo, entonces... Andra, besa al bicho raro.—La rubia lo miró molesta.

Realmente no quería besarlo, y en su mirada notaba que el tampoco quería solo se ofreció para que dejaran de decir estupideces que obviamente me molestaban, haciendo oídos sordos a las quejas de los demás.

Puse mis manos sobre los hombros de Cole atrayéndolo hacia mi, cual lo tuve cerca besé su mejilla haciéndolo sonreír mientras Harry, Diana y Anne aplaudían mientras reían, antes de sentarme le mostré una sonrisa.