Capítulo 1 "El despertar"

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Apenas podía recordar su propio nombre.

Cuando Rubén abrió los ojos se encontró en un cuarto que nunca antes había visto, estaba recostado en la segunda cama de la litera y la luz blanquecina del foco lo cegaba.

Se sentó sobre el fino colchón y se quedó mirando la puerta corrediza blanca. La decoración del cuarto era bastante simple, unos armarios cerca de puerta, un escritorio con una computadora en una esquina y las paredes eran de un amarillo pálido.

Se miró a si mismo y descubrió que llevaba un traje azul oscuro, era de un material que creía reconocer como el caucho.

Bajo de la litera dando un salto y aterrizo en el piso tambaleándose, la cama de abajo estaba vacía excepto por un tanque de oxígeno de color negro.

Lo miro confundido sin saber que hacer pero decidió tomarlo.

De pronto una alarma resonó por los pasillos con una intensidad tan grande que hasta le dolieron los oídos.

Rubén dio un paso hasta la puerta de metal blanca y esta se abrió de inmediato.

Asomo su cabeza con cuidado y se sobresaltó al ver otra figura en el pasillo ataviada con un traje parecido al suyo pero de color naranja y este lo llevaba cerrado por completo ocultando su cara.

Él retrocedió asustado pero la figura de naranja no se intimidó.

—Hey, por fin despertaste —lo saludo con su voz distorsionada y apagada por el traje.

Llevo sus manos a su cabeza para bajar el cierre y dejar libre su cabeza.

Era un chico castaño un poco más grande que él.

—Esos trajes son tan incómodos pero no tengo otra cosa que ponerme —se lamentó y extendió su mano hasta el platinado —Soy Fargan por cierto ¿Tú eres...

—¿Qué hago aquí? —pregunto directo Rubén.

El chico rio incómodo y guardo su mano.

—Me gustaría poder respondértelo pero me temo que ni yo lo sé. Desperté en una habitación con otro chico en la cama de arriba de la litera y ni él ni yo entendíamos que pasaba.

La alarma que habían oído hace unos segundos volvio a sonar como si estuviera recordándoles que aún seguía ahí y formaba parte de la conversación.

—¿Qué significa eso?

—No lo sé, planeaba ir al lugar de donde venía para averiguarlo... Aún no me has dicho tu nombre —volvió a insistir el castaño.

—Rubén —contesto el platinado con tono seco y desconfiado —¿Qué hay de tu compañero de habitación?

De nuevo la alarma insistente, los dos miraron los altavoces y Fargan le dedico una mirada para invitarlo a que lo siga.

Rubén dudo pero al final se colgó su tanque negro de oxígeno a la espalda y salió de su cuarto.

—No creo que necesites esa cosa pesada, te ralentizara —aconsejo el castaño.

—No has contestado mi pregunta.

El de traje naranja se detuvo en seco en medio del pasillo.

—¿Vas a ser así de borde todo el rato? Apenas te conozco y estoy tan perdido como tú, podrías probar siendo amable si yo también soy amable contigo —regaño ofendido por su desconfianza.

Rubén tenía un mal presentimiento, una inseguridad se acrecentaba en su cuerpo y no podía creer que era el único que la sentía pero debía admitir que estaba siendo muy injusto con su compañero.

Among us ; RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora