La sala de navegación estaba vacía y por un momento Rubén temió por su vida.
¿Samuel sería capaz de matarlo ahí sabiendo que Willy lo había visto irse con él y podía declarar en su contra?
El impostor parecía ser alguien muy astuto y no se las iba a dejar tan fácil para atraparlo.
—Creí que mis tareas estaban en la cafetería y la bodega. Debía sacar la basura —le recordó tímidamente a Samuel.
No sabía porque pero la presencia del pelinegro lo hacía sentirse nervioso.
—Ya no son tus tareas, yo las hice por ti.
El platinado lo miro confundido.
—¿Por qué las hiciste tú? —pregunto extrañado.
—Porque quería llevarte aquí —respondió simple el de traje morado.
Así que estaba entre sus planes quedarse solo con él. Rubén tembló, todo le parecía demasiado sospechoso.
—¿Qué se supone que tengo que hacer aquí?
Samuel tomó asiento en una de las sillas frente al tablero que controlaba el rumbo de la nave.
—Sube unos archivos desde la computadora y listo.
Rubén asintió tímidamente, era una tarea más fácil de lo que no creía.
Presionó el botón de subir documento y tomó asiento en la otra silla tratando de guardar cierta distancia de Samuel.
Cuando la barra de carga estuvo completa se puso de pie listo para irse.
Sin embargo la luz volvió a apagarse de repente y la puerta se cerró a abruptamente frente a su cara.
Otro apagón.
Rubén se giró de inmediato para ver a Samuel que caminaba directo hacia él.
Era él. Era el impostor.
El platinado se agachó alzando sus manos para protegerse y las lágrimas salieron de sus ojos.
—¡Por favor no me hagas daño! —rogó en voz alta.
—¿De qué estás hablando? —pregunto confundido Samuel.
Rubén cerró los ojos esperando su momento final mientras oía los pasos de Samuel acercándose a él y agachándose a su lado para estar a su altura.
—Hey está bien, no tengas miedo —susurro y puso su mano sobre el hombro de Rubén pero éste sólo se asustó más y gateo por debajo de la mesa de las computadoras.
Samuel lo siguió en silencio y se colocó al lado de él.
—No soy el impostor, no voy a hacerte daño —susurro tomando las muñecas del de traje azul para mirarlo a la cara.
El platinado esquivo su mirada y se quedó paralizado cuando el de traje morado lo estrecho entre sus brazos para calmarlo.
—Está bien, nadie va a hacerte daño —soltó Samuel y sintió como el cuerpo de Rubén temblaba debajo de él muerto de miedo.
—Cuéntame algo sobre ti —pidió el de azul cuando no pudo soportar el silencio del cuarto.
—No recuerdo mucho solo que me desperté en esta nave y mi compañero de habitación era Willy...
—¿Era? —pregunto extrañado Rubén.
Samuel carraspeó incómodo.
—Es. Quiero decir, es mi compañero de habitación —se corrigió rápidamente el de morado.
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Among us ; Rubegetta
Fanfiction"Hay solo un culpable, pero nadie es inocente" No saben porque están ahí y no saben hasta donde se dirigen. Solo una cosa es segura. Todos van a morir si no detienen al impostor. ¿Podrán llegar a descubrirlo a tiempo o caerán en el intento? TERMINA...