Capítulo 14 "Un trato es un trato"

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—¿Por qué estás haciendo esto? —pregunto Rubén.

—Sabes porque lo hago —respondió serio él.

—Solo dime que es lo que quieres.

—Una confesión —soltó el pelirrojo —Dilo o te mataré.

Rubén palideció y respiro hondo.

—No entiendo de lo que hablas...

—¡No intentes jugar conmigo! —grito y el cuchillo se clavó sobre el hombro del rubio.

Él grito de dolor mientras pataleaba.

—Por favor no sé de que estás hablando...

—Eres el impostor, dilo —demando sosteniendo el cuchillo —¡Dilo! —grito furioso ante el silencio de Rubén.

—No lo soy, lo juro...

—No quiero tus mentiras. Dilo o te mataré.

—Lolito por favor detente, esto no tiene sentido... —comenzó Samuel.

—No lo haré —lo interrumpió el pelirrojo —Puedes decir la verdad o puedes morir negándolo. No te dejare ganar de ninguna forma.

—¡No soy el impostor! —grito desesperado él.

—Así que eliges morir negándolo.

Pensó que iba a apuñalarlo como Samuel pero en lugar de eso lo arrojó al piso.

Lo vio sacar algo de su bolsillo y lo sostuvo en alto.

Un encendedor.

—¿Lo recuerdas? —pregunto con el encendedor activado en su mano y la llama amarilla brotando de este.

—¿De dónde sacaste eso? —pregunto Rubén confundido.

—No debiste haberme llevado al segundo piso, descubrí muchas cosas sobre ti —dijo él acercando la llama a su cara.

—¡Detente!

—¿Me recuerdas a mí? —pregunto Lolito —¿Recuerdas el miedo que te daba esto y como te escondías en un rincón de tu miserable jaula cuando lo encendía?

La llama se acercó peligrosamente a él y estuvo solo a un palmo de prenderlo fuego.

De una patada Rubén logró alejarlo y retrocedió fuera de la sala de cámaras de seguridad.

—Yo también estuve en el segundo piso, él me llevo ahí —dijo tratando de hacer que el pelirrojo entrará en razón.

—¿Ahora vas a jugar a la víctima? —pregunto furioso Lolito —Hice todo lo que me pediste, me merezco la verdad.

—¡Yo no te pedí nada! No sé de qué estás hablando, por favor...

No lo dejo terminar de hablar cuando se abalanzó sobre él y estuvo a punto de quemarlo otra vez.

Rubén sostuvo su mano y comenzó a forcejear para quitarle el encendedor.

—No sé cómo lo has hecho pero estas resistiendo muy bien el fuego, ¿El cuerpo que robaste te está ayudando? —pregunto sarcástico el de verde.

Cuando Rubén pensó que no podía contenerlo más sintió como un peso se le quitaba de encima y Samuel arrastraba a Lolito lejos de él.

El encendedor se le resbalo de las manos y cayó al suelo apagándose.

—¡Suéltame! —protesto el pelirrojo pataleando y tratando de volver a tomar su cuchillo —¿Eres imbécil? Nos matara a todos si no lo matamos primero.

Among us ; RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora