Capítulo 3 "Tareas"

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Rubén pataleo tratando de librarse del fuerte brazo que le rodeaba el torso y se enroscaba a él como una boa constrictora apretando cada vez más fuerte con cada segundo que pasaba.

Mordió la mano enguantada que lo sostenía y oyó una risa peculiar, luego el extraño lo soltó.

—Ya tranquilo, no te haré nada —dijo riendo Willy.

Rubén le dio una mirada de enojo y extrañeza a la vez.

—¿Qué quieres? —pregunto de mala gana viendo como el rubio miraba a su alrededor y lo tomaba del brazo.

El platinado planto sus talones en el suelo para evitar que él lo arrastrara lejos. No confiaba en Willy.

—No iré a ningún lado hasta que no me digas que quieres —dijo serio.

El de verde claro resoplo.

—Quiero llevarte a un lugar más seguro...

—¿Entonces por qué me tomas por la espalda y me tapas la boca haciendo que me aterre? Por si no te has dado cuenta estamos una nave con un impostor entre la tripulación que planea matarnos como a moscas.

—No seas tan dramático, solo sígueme —ordeno y tironeo del brazo de Rubén.

—No —se opuso él.

—Bien, entonces lo hare aquí...

Antes de que Rubén pudiera volver a protestar el rubio lo empujo y su espalda choco contra la pared.

—¿Que estas hacien...

No pudo seguir hablando porque los labios del rubio se presionaron contra los suyos en un beso desesperado y lo sorprendió tanto que no pudo reaccionar.

Las manos de Willy se aferraron a su cintura y Rubén apenas alcanzo a empujarlo.

—¿Porque hiciste eso? —pregunto confundido.

El rubio lo miro indiferente, como si hacer eso fuera normal para él.

—¿Por qué no lo haría? Quien sabe cuánto tiempo estaremos encerrados en esta nave, es mejor aprovecharlo y más ahora que podríamos morir en cualquier momento —explico simple.

—Lo entiendo, pero te olvidaste la parte de preguntarme si yo también quería hacerlo —dijo Rubén enfadado y cruzándose de brazos.

Lo último que pasaba por su cabeza era tener una aventura en esa nave. Ni siquiera podía mirar a sus demás compañeros sin sentir miedo de que alguno de ellos fuera el impostor.

Por alguna razón la confianza ciega de Willy lo alerto, o era demasiado seguro para enredarse con él arriesgándose a que Rubén fuera el impostor o bien él era el impostor.

Ese último pensamiento hizo que el platinado se apartara dando un paso al costado tratando de alejarse del de verde claro pero Willy volvió a tomar su brazo.

—Mi habitación esta vacía, sígueme —dijo jalando su brazo.

—No lo hare...

—¿Sabes que estas en la mira de todos? Un voto en contra y estas fuera de la nave —advirtió el rubio con una sonrisa.

—¿Y qué?

—No sabes cómo defenderte, yo podría ayudarte si me haces un favor primero —ofreció con tono sugerente.

—Pero como sabes que realmente no soy el impostor —soltó sin pensarlo.

El rubio le dio una mirada de incredulidad.

—No lo eres...

—¿Cómo lo sabes? La única forma en la que puedas estar tan seguro es porque quizás tú lo eres.

Among us ; RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora