Capítulo 6 "El espía"

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Si el reloj de su habitación no fallaba ya habían transcurrido cuatro días desde su encuentro con el impostor.

De nuevo se despertaba con una pesadilla.

Otra vez estaba en la ducha, el impostor estaba frente e él, alzaba su cuchillo pero en lugar de cortar la cortina era su piel la que rasgaba y arrancaba lentamente.

Se desenredo las sábanas de sus piernas y salió de la cama.

El lado izquierdo estaba vacío y se preguntó dónde estaría Samuel.

Abandonó su habitación para dirigirse a la cafetería y se encontró con que todos ya estaban desayunando.

—Ya iba a ir a buscarte —dijo Alex mirándolo desde la mesa.

—Para ser alguien que duerme mucho te ves fatal —bromeo Lolito y los demás rieron a excepción de Samuel.

Él sabía lo de sus pesadillas recientes y sus noches de insomnio.

—Bueno ya que estamos todos aquí reunidos quiero hacer un anuncio importante —dijo Luzu poniéndose de pie.

—¡Esta embarazado! —grito Mangel.

La sala entera estalló en carcajadas incluso Samuel se terminó uniendo a ellos.

Solo Rubén se quedó en silencio totalmente excluido del resto.

—Ya basta —advirtió Auron sin perder el tono de voz juguetón —Al parecer llegaremos al nuevo planeta más rápido de lo que no creíamos.

Los seis tripulantes vitorearon como forma de festejo.

—Ya era hora, me estaba aburriendo de ver los mismos pasillos todos los días —dijo aliviado Mangel.

—¿Y qué ocurrirá con el impostor? —pregunto abrupto Rubén y se ganó las miradas de reprobación del grupo.

—Parece que se aburrió de matar —dijo Luzu encogiéndose de hombros.

—Que casualidad que los asesinatos se acabaron cuando decidimos hacer todo juntos y que casualidad que tú eres el único que siempre falta en el grupo —tanteo Alex.

Los demás lo miraron con sospecha y en silencio asintieron.

—Estaba ocupado...

—Sí, sabemos en qué estabas ocupado —comento Lolito riendo.

Samuel le dio una mirada de advertencia pero el pelirrojo no se calló.

—Algunos se ganan la confianza usando la boca para hablar y otros prefieren usar la boca para... Bueno ya lo sabes —soltó casual el de verde oscuro y los demás rieron.

El platinado se dio media vuelta para volver a su habitación. Sus mejillas estaban rojas y sus ojos empezaban a empañarse.

Se sentía tan humillado y expuesto.

—Ve a consolar a tu novio Samuel —bromeo Alex.

—No es mi novio —dijo Samuel con indiferencia.

—Bueno entonces ve a consolar a tu puta —susurro el de blanco y los demás también rieron.

Rubén se giró de inmediato.

—¿Qué fue lo que dijiste? —pregunto y se hizo el silencio en la sala.

Sin embargo Alex no se mostró intimidado por el rubio.

—Nada que no fuera cierto.

—Ya es suficiente —interrumpió Luzu.

—Hace un par de días tú eras el principal sospechoso —acuso Rubén.

Among us ; RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora