Epilogo

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El Uchiha estaba huyendo de sasuke. Necesitaba verla, necesitaba explicarle.

Cuando llegó se encontró con una cabaña. Era un lugar muy cerrado y bien escondido, Sasuke se había encargado de ello.

Entró por la ventana, y la vio. Su cabello estaba suelto y tenía una pequeñas ojeras, su cara estaba seria y sus ojos fríos lo apuñalaban.

- Sentí tu chacka a kilometros- se explicó.

- ____...- se acercó y se puso a centímetros de su rostro. Pero ella se alejó.

- Ya se a que viniste. Está en la habitación- empezó a caminar y el la siguió.

No tenía escusa, era un estúpido y lo sabia más que nadie. Merecía su odio y más.

La mujer se detuvo frente a una cuna de madera.

Itachi inconscientemente tomó al pequeño y lo abrazó.

- Daisuke- el la miró- se llama Daisuke.

Volvió la vista a su hijo. Era idéntico a el, su cabello, su delicado rostro, sus ojos. Todo.

- Le puse así por tu hermano. El estuvo cuidandonos hasta ahora.

- Es un bello nombre.

Acercó su rostro al del bebé y le dio un beso en la frente. Luego lo dejó en la cuna, no le quedaba mucho tiempo.

- Gracias.

- De nada- era obvio que no le importaba mucho el hombre que tenía al lado.

- No quiero que me perdones. Siempre termino hiriendote de todas las maneras posibles, así que odiame.

- Itachi- el la no la miró, no podiá, las lagrimas ya lo tenían totalmente paralizado.

La mano de ella tocó su mejilla.

- No te odio. Admito que tu perdida me dolió mucho y aun que te lo merecieras no podría odiarte.

El Uchiha abrazó a la mujer con fuerza.

- Por alguna razón siempre termino fallandole a alguien.

Sus cenizas empezaron a caer, su tiempo había acabado.

- Lo si-

- No te disculpes. Podre sacarnos adelante. Después de todo soy su madre.

Itachi sonrió.

- Los amo.

(...)

- ¿A donde vamos?

- Es una sorpresa.

La mujer y un niño de no mas de siete años llegaron a un pequeño bosque. Entre un montón de flores se encontraba una lápida.

- Daisuke. Acercate.

El niño obedeció.

- Deja una flor ahí.

Tomó una flor y la dejó sobre la piedra.

- Papá. Venimos a visitarte. Ayer la maestra de felicito frente a todos. Se lo debo al entrenamiento del tío Sasuke.

La orgullosa madre tomó una flor y la dejó junto a la del niño.

Itachi ¿Ves esto?
¿Ves la forma en la que sonrié y en la que te platica? Cada detalle de el me recuerda a ti y debo admitir que eso me hace extrañarte. Por que te amo, y siempre te amaré

Mas Vale Tarde Que NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora