Cap. 1 Día libre

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- Gracias por la comida.

Agache un segundo la cabeza agradeciendo. Levante los platos y los deje en en lavabo para lavarlos luego.

Tome mis cosas y salí.

No tenia mision esta semana, solo me quedaba entrenar. Caminaba por las calles de konoha, el sol estaba radiante y en el lugar habia una muy buena sensacion.

- Hey- toco mi cabeza.

Voltee con una sonrisa.

- Itachi ¿Como te va?

- Bien- sonrió- Hace mucho que no te veia por la aldea.

- El Lord hokage me dejó la semana libre de misiones. Voy hacia el campo de entrenamiento

- ¿No te molesta si te acompaño?

- No, para nada.

(...)

- Y como esta sasuke?

Pregunte al sentarme en el pasto. Itachi y yo nos habiamos puesto a entrenar taijutsu y ahora tomabamos un descanzo. El estaba de pie frente a mi.

- Sasuke? A si el esta bien, cada día entrena y cada vez se hace mas fuerte. - sonrio elevando su rostro al cielo- Algún día el sera mas fuerte que yo y enorgulleciera a todo el clan.

- Wow eso es sorprendente- sonreí- para el eres un gran ejemplo a seguir.

- No, no lo creo- cambio su gesto a uno serio- solo me ve como el hijo favorito de mi padre, convirtiendome asi en un obstáculo. Estoy casi seguro de que me odia- volteo a otro lado.

- Pues eso no es verdad. Yo se que para el eres su inspiración, el te quiere y te aprecia tanto como yo a ti- me levanté.

Giro para verme. Sus ojos oscuros me miraban de una manera extraña, no sabia lo que decian aquellos ojos.

- Gracias.

- Solo digo la verdad- bajé los hombros.

- ¿Te pareceria ir a comer? Ya es tarde y conozco un buen lugar.

- Claro, por que no?

(...)

Todas las mesas estaban repletas. Gracias a que Itachi conocía al dueño encontramos una mesa desocupada.

- Perdón por el retraso ¿Que van a ordenar?- llegó una joven con una libreta.

- Una orden de dangos y otra de onigiris por favor- respondió.

- En un momento se los traigo.

Despues de que la señorita se fuera mire a Itachi.

- ¿Como supiste que quería eso?

- Un ninja nunca revela sus secretos.

Reí. Empezamos a hablar un rato hasta que llego la comida.

- Aquí tienen, provecho.

Todo iba bien, ese día me la pasé muy feliz con Itachi. Pero entre mordiscos y palabras, dos ninjas cerca de nuestra mesa tocaron un tema que no debieron.

- Oye ¿Recuerdas al uchiha monstruoso?

- Ah. Hablas de el hijo del subjefe del clan Uchiha. Murió hace tiempo ¿no?

- Ese monstruo si hubiera seguido vivo talves ya hubiera destruido la aldea como lo hizo el zorro de nueve colas.

Itachi se tensó.

- Si. La aldea necesita gente fuerte, confiable y formidable. No como esos Uchihas que andan por doquier.

- Deberiamos irnos- propuso serio.

Acepté.

Pagamos y nos fuimos del lugar. Caminabamos en silencio entre las calles de konoha, no teniamos nada que decir.

A los minutos llegamos a mi casa.

- Gracias, por ayudarme a entrenar.

- No hay de que, es lo menos que puedo hacer. Nos vemos - Se acercó y me beso la mejilla con suavidad.

Despues se giró y se fué.

Se escuchará raro o cliche pero ese beso me habia puesto feliz. Pero el no lo notó y al parecer yo tampoco.

Mas Vale Tarde Que NuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora