Des-Inhibition || IntendentePlay

Des-Hacer

Estaba pasando, su cuerpo reaccionaba a cada roce y a cada beso, dejó escapar un suspiro cuando su cuello fue mordido con poca presión, dejó salir otro cuando la rodilla de Conway se movió más cerca de su ingle, aquella misma sensación de cuando estaba drogado volvió a él pero más vivida, más consciente y con la posibilidad de negarse si él quisiera, no había nada claro con Conway, no había nada seguro o tangible más allá de esa atracción sexual que estaba claro que había entre ellos, y por esa misma razón se obligaba a frenar sus manos cuando buscaban con desesperación arrancar los botones de la camisa blanca.

Gustabo pensaba en que se suponía que estaba haciendo y ¿Era momento de cuestionarse su sexualidad? y si era así ¿Era necesario hacerlo en ese momento? Pero el resultado le asustaba, sabía que los besos que recibía sólo se sentía bien si era con Conway, que su lívido aparecía sólo para Conway, pero no comprendía del todo que mierda se suponía que significaba eso ¿Era acaso Conway-sexual? Y aquella palabra hizo algún tipo de click en su cabeza y lo que comenzaba a notar no podía clasificarlo como que le disgustara, pero si lo alteraba, no podía ser menos cuando había llegado a la conclusión que quizás le gustaba Conway e inclusive hasta más que eso y por lo que estaba sucediendo entre ambos no era disparatado pensar que también existía la posibilidad de que el abuelo sintiese lo mismo.

— Espera, espera — Se detuvo en medio de una reacción nerviosa.

— ¿Esperar que capullo? — le contestó con su ceño fruncido y sus cabellos despeinados.

— ¿Esto significa que nos gustamos o qué? — Pausó por unos segundos antes de seguir — Porque joder, a mí no me gustan los tipos, hace menos de un mes atrás ni siquiera quería tener sexo con mujeres y ahora no estoy drogado, se supone que sé lo que estoy haciendo. — Seguían en la misma posición y que sus rostros estuviesen a centímetros de distancia no ayudaba a calmarlo, cada respuesta, cada reacción que diera Conway la vería y si esa no era la que esperaba sería restregada por toda su cara en el acto.

— ¿Gustar? No somos críos, esto es... confianza. — respondió ganándose los ojos entrecerrados de Gustabo.

— ¡Confianza mis huevos, Conway! No estamos besando, casi follamos en la ducha y admitiste que te preocupaste por mí, Y ojalá pudiese decirte que es sólo por follar, en serio, ojalá fuese eso, pero si crees que es sólo por eso prefiero ahorrarme mierdas incómodas a futuro. — determinó aunque por dentro estuviese dudando de sus propias palabras.

— No, No Gustabo — terminó por responder — no pienso sólo en follarte, apenas recordaba lo que es coger, querer follar con alguien era un mero recuerdo bastante lejano. Tampoco ando por la vida besando a mis agentes, ni a gente en general y te lo dije; recordé lo que sentí una vez con Julia, no a ella, no lo mismo tampoco pero era aquella misma sensación que me llevaba a preocuparme, a estar pendiente de porqué mierda no respondias un puto mensaje y no saber cómo cojones gestionar el lío mental que llevaba encima. — Gustabo sabía que todo aquello era cierto, no podía mentirle con tanto descaro mirándolo a los ojos.

— Tremenda declaración Conway, creo que me sonrojo. — Junto a su usual tono de jugueteo curvó sus labios tratando de alivianar en parte sus propios pensamientos y aquel escenario que él mismo había creado.

— Vas terminar más que sonrojado, capullo. — respondió no dejándolo seguir con su broma atacando directo a su labios tomándolo desprevenido.

Gustabo volvía a caer preso de sus deseos, volvía responder aumentando la presión de su boca contra la de Conway, volvía a saborear con su lengua mientras se encontraba en una especie de encuentro por quien se comía a quien primero, y Gustabo se hacía la idea de ser el ganador antes de que el calor que aprisionaba su boca cesara y reapareciera en su cuello dando un mordisco más fuerte que el anterior, más profundo, seguido a la succión de su piel que lo obligó a dejar salir un gemido que comenzaba a perder la línea entre dolor y placer. Sus manos agarraron la camisa por la espalda y la estiró con sus puños buscando un apoyo para soportar aquella sensación que había incrementado un nivel más su temperatura interna.