Maldad Latente

Capitulo 9

Jean se encontraba cambiando constantemente los canales televisivos, uno tras otro, hasta que una distracción lo regreso al mundo real, uno donde la ausencia de su esposo de hacia cada vez más evidente. El sonido resulto ser de su móvil, anunciando la llegada de una llamada. Dejo el control a un lado, luego de poner el canal en silencio.

-¿Si?

-¿Jean? Soy el doctor Arlet, de la clínica de Eren. – "Maldición, lo que me faltaba", pensó Jean intentando que no se notara su fastidio, logrando exclamar en respuesta únicamente un "Uhm" – Estoy con altavoz con la doctora Reiss. Llamamos para preguntar por Eren, no ha venido esta mañana y no podemos localizarle ni en su casa, ni en su celular ¿Está todo bien?

Jean suspiro, respondiéndole en automático: Eren se había ido a pasar el fin de semana fuera de casa. –Sí, lo sabemos, pero teníamos entendido que hoy por la mañana debía regresar a trabajar. No es propio de él ausentarse sin previo aviso, la recepcionista esta volviéndose loca mientras intenta reacomodar las citas del día de hoy. Funciono por unas horas, pero ya tenemos la sala de espera colapsada, tendríamos que reprogramar todas las citas si Eren no aparece pronto. –

-Sería lo mejor, reprogramen sus citas. Al menos hasta que... hasta que sepamos con seguridad cuando regresara- Oyó en respuesta algunos murmullos y cuchicheos de ambos doctores, pero no logro comprender lo que decían. Finalmente, hablo la fémina por primera vez, con una suave y delicada voz, seguramente tanteando terreno.

-No sabemos cómo preguntarte esto de forma delicada, Jean, por lo que tendré que ser directa. ¿Qué está ocurriendo? Sé que no es nuestro asunto su vida privada, pero no es algo propio de él no avisar y dejar a sus pacientes esperando. Llamamos al hospital por si había ido a trabajar antes o si hubo alguna urgencia que requiriese su presencia, pero nos han dicho que ayer llamaste preguntando si se encontraba ahí, como si estuvieses preocupado. ¿Al menos pudiste comunicarte con él? ¿Sabes donde esta?

-Yo... No. Lo siento por no dar buenas noticias, pero no lo sé. –Ya no habría vuelta atrás, no podía ocultarles la situación actual si seguían cuestionándole así. –La verdad es que no sé nada de él desde el viernes por la noche, pero habíamos discutido el jueves por la tarde. Como no se comunico conmigo este fin de semana, creí que era una señal de su grave enojo, de su orgullo también. Fue estúpido, admito que no le di importancia y espere a que se le pasara solo.-

-Ah. – Solo eso pudo obtener en respuesta de parte de Historia Reiss, cortante y seca, demostrando lo decepcionada que se encontraba. Siempre era amable con él, aunque se notaba falsedad en algunas ocasiones, pero no sabría si eran imaginaciones suyas o reales. No tenía demasiado interés en descubrirlo. Jean se dio cuenta de que tal vez sonaba demasiado patético, como si quisiera defenderse y quitarse toda culpabilidad, por lo que decidió explicarse.

-No me asuste porque Eren no me dijo concretamente cuando regresaría, así que no me preocupé hasta ayer por la tarde, ya que no daba señales de vida. –

-¿No hablaron desde el viernes por la noche? – exclamo ahora asombrado el doctor Arlet. -¿Has avisado a la policía? –

-Sí, ayer viaje hasta la ciudad donde tenía la maratón. Fui directo hacia el hotel donde se hospedo, pregunte por él y me informaron que ceno temprano en la cafetería que se encuentra a un lado. Me llamo desde su habitación para decirme que se iba a acostar, esa fue la última vez que hablamos. –

- Iba a correr el sábado por la mañana, ¿no es así? ¿Nadie le vio abandonando el hotel? – Pregunto Armin, verdaderamente preocupado.

-No, pero es comprensible. Sabes que le gusta empezar bien temprano, así que seguramente salió antes de amanecer. El conserje le había pedido la tarjeta de crédito al registrarse, por lo que no tuvo que pasar a recepción antes de irse a correr. No tenía pensado regresar al hotel, se llevo todas sus cosas cuando se fue por la mañana.