#5 - Alive: Parte 2

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El cielo sobre la ciudad era tan oscuro que parecía que en cualquier momento se desataría una peor tormenta.

Ben estaba ahí, vivo, de pie frente a todos ellos. Frente a Cassie.

Sus hermanos corrieron hacia él y él hacia ellos, habían pasado años desde la última vez que se habían visto, la reunión familiar perfecta.

Incluso Five, quien se abstenía de todo tipo de contacto físico afectivo con sus hermanos y con casi todo el mundo. Corrió con prisa hacia Ben, lo abrazó con fuerza, luego Vanya, Diego, Allison, Klaus y al final Luther se unió al abrazo, sosteniéndolos a todos juntos.

Cassie sonrió ampliamente, a la distancia, mirando como una familia se reunía.

No sé dio cuenta en que momento las lágrimas habían salido de sus ojos. El Ángel del que había estado enamorada por los últimos meses y al cual creyó que jamás podría ver vivo, estaba justo ahí.

Ben levantó la mirada, observó a la castaña y su sonrisa se suavizó, estaba asombrado. Ahora lo único que los separaba eran un par de metros, unos que en cuestión de segundos serían nada.

Sus hermanos notaron lo que pasaba, se retiraron de a poco hasta dejarlo libre.

Un momento bastó para que ambos comenzaran a correr hacia el otro. Sus cuerpos chocaron en un momento, Ben la tomó por la cintura dándole un giro sosteniéndola y ella se aferró a su cuello, ambos aferrándose con todas sus fuerzas.

Habían pasado meses imaginando este momento y aquello se intensificó cuando Five les dijo que había una manera de que fuera posible.

Dejó reposar sus pies sobre el suelo con lentitud. Sabían lo que querían, lo sabían hace un tiempo y ahora era el momento.

Se miraron fijamente a los ojos, los ojos grisáceos de Cassie estaban llenos de lágrimas, Ben también estaba llorando aunque todo se mezclaba con la lluvia que los cubría.

Ben acercó sus labios hasta los de ella, sellando su encuentro con un beso, uno dulce y tan suave que les parecía por un momento que estaban soñando de nuevo.

Se separaron un momento, mirándose con esperanza.

Y volvieron a unirse en un beso ansioso, de esos besos que sabes que necesitas, que sabes que te destruirá no tenerlos. Ambos labios se encontraban en una danza pura y sincera, necesitada, una danza perfecta que solo esos dos pares de labios podían tener.

Cassie recorrió la espalda de Ben con sus manos hasta dar de nuevo con su cuello, acarició su cabello mojado, simplemente explorando lo que podía y dándose cuenta de lo mucho que le gustaba.

Ben no perdió tiempo tampoco, acarició su rostro con sus pulgares, su cuello, su cabello, su espalda, su cintura hasta detenerse en su cadera.

Debieron separarse para tomar aire pero dejaron sus frentes juntas por un momento ambos agitados pero portando las dos sonrisas más sinceras que jamás podrían ser vistas.


— Estás empapado. —bromeó ella.

— Una de mis cosas favoritas de estar vivo. —dijo él levantando la vista para ver aquel rostro que para él era perfecto.

Estaban a punto de volver a besarse cuando una voz conocida para ambos los detuvo.

— Awww. -—aquel sonido se había escapado de Diego.

Todos giraron a verlo tratando de evitar reír.

— Chicos, necesitan ponerse al día en lo sexual. —se acercó hasta ellos y colocó una de sus manos en el hombro de cada uno— Pueden usar la mansión, les dije a los demás que dejaran el lugar limpio y fueran hacia Minnesota. —las sugerencias de Klaus sonaban incoherentes pero tenía algo de razón.

— ¡Klaus! —lo reprendió Allison.

— Voy a aceptar eso solo porque quiero ir a la mansión. —balbuceó Ben siendo carcomido por la vergüenza.

A Cassie le pareció gracioso, así que simplemente decidió tomar la iniciativa para evitarle aquello.

— Vanya ¿me prestas tu auto? —aquella pregunta sorprendió a todos, incluso se detuvo un momento a ver el rostro se todos.

Luther y Allison estaban asombrados y confundidos, Diego y Klaus lucían orgullosos, Five daba la pinta de que en cualquier momento rgañaría a ambos como si fuera padre de Cassie, a veces sentía que era su hermano mayor. Y Vanya lucía relajada y feliz por ambos, le entregó las llaves sin chistar.

— ¿A dónde irás? —cuestionó Five hacia Cassie con un rostro que demostraba perfectamente el señor que había dentro de ese pequeño cuerpo.

— Regresaremos en la noche, lo prometo. —respondió ella tomando camino hacia el auto con prisa, jalando de la mano a Ben quién parecía disfrutar del espectáculo.

— Los quiero aquí más tardar a las 9:00 PM, señoritos. —exclamó con los ojos muy abiertos.

Cuando estuvieron frente al auto ambos se sonrieron.

— ¿Puedo conducir? —preguntó Ben emocionado.

— Haremos todo lo que quieras. —le respondió ella segura subiendo al auto del lado del copiloto.

Los hermanos los vieron desde la distancia, estaban felices por Ben y por Cassie, incluso Five.

— Bien. ¿Quién tiene hambre?

— Oh, Klaus. —se quejó Allison.

— De hecho tengo hambre. —admitió Diego

Se miraron entre todos. Se escogieron de hombros.

— Sería genial comer algo. —agregó Five.

— ¿Alguien sabe cocinar? —preguntó Klaus— Sólo se hacer una sopa extraña con hojas y frijoles. Aunque un buen plato de menudo mexicano sería delicioso.

— Creo que vi un recetario en la cocina del departamento. —comentó Diego mientras comenzaban a caminar hacia el lugar.

Ben y Cassie emprendieron camino hacia la mansión, más nerviosos y emocionados que nunca.

El camino fue adrenalina pura hasta que llegaron a la mansión.
Ben nunca había aprendido a conducir.
Siempre había oportunidad de aprender algo nuevo, siempre había una primera vez.

ONE SHOTS ☁︎ Ben HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora