ONE SHOTS ☁︎ Ben Hargreeves

#7 - Ghost

Sarah había pasado días sin saber de Ben, lo había llamado tantas veces que le pareció que probablemente su buzón estaba saturado.

Fue un par de veces a su casa pero nunca nadie le abría, ni siquiera pedía que la dejaran pasar o hablar con Ben, solo deseaba que estuviera bien, deseaba saber que estaba bien.

Su casa estaba alejada de la academia Umbrella pero no planeaba desperdiciar tiempo así que tomó su bicicleta y comenzó a conducirse hasta el lugar.

Era la décima vez que iba a casa de Ben, buscando respuestas de porqué no podía ver a Ben.

Se aproximó a la puerta, dio un par de golpes esperando que alguien abriera. Nada. Volvió a intentar varias veces, a pesar del silencio dentro de la casa logró ver distintas cosas encendidas, no podían haberse ido solo así.

— Sé que están ahí, por favor. —rogó comenzando a sentirse desahuciada— Por favor. Solo díganme si está bien.

Las lágrimas habían comenzado a salir de sus ojos, se sentía inútil, desconcertada y desconsolada. Ben era el único que la tomaba en cuenta, que la veía como nadie más y que la amaba como nadie más. Los padres de Sarah habían muerto en un accidente cuando ella tenía 12 y había estado en hogares temporales desde entonces. Estaba resignada a estar sola y no confiar en nadie cuando apareció Ben, les costó mucho llegar a donde estaban. No quería perder eso.

Sin darse cuenta terminó durmiendo en la puerta de los Hargreeves, había llorado tanto tiempo que al final se había quedado sin energía.

Se espantó cuando alguien la removió en su lugar, y se sobresaltó más al ver que ya estaba a punto de hacerse de noche.

— ¿Estás bien? —cuestionó Diego preocupado.

— ¿Qué pasa con Ben? —ignoró la pregunta del moreno.

Él titubeó, parecía nervioso y triste.

— Sarah... —tomó todo el aire que pudo para decir lo que debía decir y que Sarah más temía— Ben murió.

Ella necesitó un momento para levantarse y apenas se paró frente al contrario comenzó a negar bruscamente con la cabeza.

— Eso no es cierto. Él no puede estar muerto... Ben prometió que me llevaría al baile de graduación.

Estaba en un shock, lucía consternada y asustada d que fuera verdad lo que escuchaba.

— Sarah. —llamó Diego intentando calmarla.

— Tengo que irme.

Se apartó de Diego y tomó su bicicleta, pedaleando lo más rápido que le era posible.

Quería alejarse de todo el mundo pero sabía que no podía.

Se dirigió a su lugar, el lugar que había compartido con Ben durante los años que fueron construyendo su amistad para terminar siendo algo más.

Esa parte de la ciudad aún era parte de bosque, la luz de la luna era la única pizca de claridad que tenía para moverse entre los árboles pero no le importó, quería estar sola o más bien, quería estar con Ben.

— ¿Por qué? —gritó al cielo— ¿Por qué a él? ¿POR QUÉ TE LLEVAS A ALGUIEN TAN BUENO COMO ÉL?

Lo que ella no sabía es que Klaus estaba por ahí, se había drogado tanto que había caído dormido y ni siquiera es que importara porque él ni siquiera podía escucharla.

Pero Ben sí.

Le partió el corazón, se sintió extraño y sobre todo se sintió impotente. No podía decirle nada, despedirse, hacer alguna cosa para darle tranquilidad a ella.