Capítulo I

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Hola a todos los que han llegado a "A él no le gustas tanto"
Espero que les guste esta historia y puedan seguirla hasta el final.

A él no le gustas tanto...
Por: Adriana Jongcheveevat

Capítulo I

La vida en Bangkok era una verdadera aventura. Compleja e incierta, quizás no tan extraordinaria como para relatarla en un libro y que se convirtiera en un Best Seller, pero tampoco era nada que no hubiera podido manejar en el medio año que llevaba viviendo en aquella gran urbe. Eso sí, le había costado más de un mes poder adaptarse a la vida tan terriblemente acelerada a la que estaban acostumbrados los oriundos del lugar, ahí, toda la gente solía vivir de prisa, habituados a estar activos más horas de lo que el resto de la población mundial solía estar, dormir era una pérdida de tiempo para mucha gente joven cómo él, y los descansos eran un lujo que pocos se permitían disfrutar, y sin embargo, pese al estilo de vida de ese lugar, él deseaba seguir estudiando en la universidad de Chulalongkorn, pues ese había sido su sueño desde que empezó a formarse en su cabeza el sueño de ser un famoso e importante reportero y gracias a la beca que había obtenido, ahora era un estudiante de primer grado en dicha institución, estudiante que tenía solo dos opciones: adaptarse o regresar por donde había venido, de vuelta a su pueblo natal.

No obstante, rendirse no figuraba en sus planes, no después del enorme sacrificio que sus padres habían hecho para ayudarlo a conseguir la beca por excelencia de tan prestigiosa universidad, una beca que no era nada fácil de conseguir por los enormes estándares académicos que exigían, y la cual abarcaba el costo total de sus estudios con la única e irrevocable condición de que su promedio debía ser cómo mínimo 9.8, bajando una sola décima, podía considerarse fuera del programa de becados y adiós a su sueño de infancia.

Sin embargo, la idea de que su educación no fuera a costarle un solo peso a cambio de buenas notas, no era tan perfecto como se escuchaba, su beca no incluía el alojamiento y si bien había dormitorios en el plantel educativo, cuando él llegó a Bangkok estaban todos ocupados, como era de esperarse ni un sola habitación estaba disponible, aunque le daban la opción de poder registrarse en la lista de espera para conseguir un espacio apenas hubiera alguno disponible, sin embargo en ese momento en dicho listado había más de setenta personas delante de él esperando conseguir un lugar también, por lo que no le quedaba más remedio que rentar un departamento o por lo menos un cuarto donde pudiera pasar las noches y tenía que ser uno económico, lo más barato posible porque ni sus padres podían mantener la renta de otra vivienda ni un trabajo le podía dar para tanto.

Por eso mismo, y para poder comer y comprar los materiales que le fueran encargando debía trabajar medio tiempo. Los trabajos típicos para estudiantes eran cafeterías, librerías o algún restaurante de comida rápida, con suerte uno que otro lograba ser mensajero de algún despacho u oficina que necesitase alguno, pero los sueldos eran muy bajos como para mantenerse solo en una ciudad tan cosmopolita como Bangkok, sin embargo, y para su total fortuna, había conseguido un empleo de medio tiempo dentro de la oficinas centrales de uno de los diarios más importantes de la ciudad, el ThaiRath News, en donde si bien el sueldo tampoco era una exuberante suma de dinero, era mucho más de lo que ganaban varios de sus compañeros que también debían trabajar medio tiempo.

Estudiaba periodismo y eso lo acercaba mucho a su especialización, aunque al ser estudiante no ejercía el puesto de reportero, podía empezar a familiarizarse con todo lo que tenía que ver con su carrera universitaria; él se encargaba de corregir los errores ortográficos de los reportajes que llegaban a redacción antes de que los pasaran al departamento de edición, debía ser muy cuidadoso porque la caligrafía tailandesa era complicada incluso para los mismos tailandeses, así que si tenía duda con alguna palabra debía usar diccionarios o buscar en Internet alguna fuente fidedigna que lo ayudara con su tarea, además en algunas ocasiones, que en realidad eran cada vez con más frecuencia, tenía que transcribir los artículos en su totalidad porque la escritura de los reporteros era absolutamente ininteligible, nadie le había dicho que lo hiciera y tampoco venía establecido en su contrato, pero sin duda era un plus que él estaba gustoso de dar. Además, desde niño había tenido una excelente ortografía, tanto que incluso había ganado varios concursos en el pasado.

A él no le gustas tantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora