Juliette.
Uno nunca sabe bien cómo reaccionar ante una noticia así.El comportamiento humano es impredecible, y aunque siempre se espera que se siga cierto patrón en cuanto a noticias trágicas, que todo se mantenga dentro de un margen establecido...
Es difícil hacerlo, cuando todo es tan repentino.
Theo estaba sentado en las escaleras, al lado de Boris. Aturdido, miraba de vez en cuando a toda la gente que había llenado la casa; amigos de Xandra, que la consolaban en su tristeza y su llanto explosivo. La sala estaba inundada de lamentos, preguntas repentinas, y susurros graves provenientes de bocas que aún no entienden del todo qué estaba pasando. Me sentí, en múltiples ocasiones, como una intrusa en medio de toda la caótica situación; había visto al padre de Theo tres o cuatro veces, como máximo. Nunca había cruzado con él más palabras que un "¿cómo está, señor Decker?" o un "vaya, eso parece interesante", porque sabía que no le agradaba del todo. Mi presencia lo hacía sentir incómodo, a diferencia de la de Boris, así que solía esconderme en la habitación de Theo, hasta que él no estuviera –cosa que no sucedía a menudo, pues era su casa–, o tratar de conversar con Xandra, que si bien no era la encarnación de la simpatía, me soportaba y respondía mis preguntas.
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ʙᴏɪʟɪɴɢ sᴜɢᴀʀʏ ᴛᴇᴀ ♡ ʙᴏʀɪs ᴘᴀᴠʟɪᴋᴏᴠsᴋʏ
Fiksi Penggemar𝗣𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗮 𝗕𝗼𝗿𝗶𝘀 𝗹𝗲 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮𝗯𝗮 𝗲𝗹 𝘁𝗲́ 𝗵𝗶𝗿𝘃𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼, 𝗰𝗼𝗻 𝘁𝗿𝗲𝘀 𝗰𝘂𝗰𝗵𝗮𝗿𝗮𝗱𝗶𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝘇𝘂́𝗰𝗮𝗿. 𝗣𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗮 𝗝𝘂𝗹𝗶𝗲𝘁𝘁𝗲 𝗹𝗲 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮𝗯𝗮 𝗕𝗼𝗿𝗶𝘀, 𝘆 𝗮𝗺𝗮𝗯𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗲́𝗹 𝗯𝗲𝗯𝗶𝗲𝗿𝗮 �...