Capítulo 3

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America

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America

Dos semanas después...

—Es hermoso...—confesé regalándole una sonrisa al bebé que acunaba entre mis brazos. Los ojos cafés de Kile me miraron con curiosidad. Le volví a sonreír y esta vez él me respondió con un sonido que calentó mi corazón—. Marlee, tienes al bebé más hermoso de toda Illea y no te lo digo porque soy tu mejor amiga ni la madrina de Kile.

Ella soltó una carcajada.

—Si la reina lo dice, no soy quién para contradecirla—. dijo adoptando un tono de burla.

Contuve una carcajada para no asustar al pobre de Kile. Aún estaba muy pequeño para conocer el raro sentido de humor de su madre y su madrina.

Devolví al recién nacido a los brazos de su madre cuando esta me lo pidió. Marlee había resultado ser una mamá oso sobre protectora. Las pobres enfermeras tuvieron que calmarla y explicarle el procedimiento antes de poder tomar a su hijo en sus brazos. Sentí pena por ellas en su momento. Incluso Maxon se vio amedrentado por Marlee a tal punto que, cuando fue su turno de cargar a su ahijado, lo hizo con miedo.

Maxon podría derribar a Marlee en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, pero aún así mi amado esposo le temía. Debía de tratarse del poder de una madre. Me preguntaba si yo sería así con mis hijos algún día...

—¿Y dónde está Carter?

Ella sonrió con picardía.

—Durmiendo en alguna habitación de invitados. Pasó mala noche—respondió. Alcé una ceja—No me mires así. Es que Kile no nos dejó pegar el ojo en toda la noche. Es un niño tranquilo, pero exigente cuando quiere. Carter fue quien decidió sacrificarse para vigilar que durmiera bien. El pobre tenía miedo de que nuestro hijo se ahogara y no nos diéramos cuenta.

—¿Quieres que me vaya para que él regrese y duerma aquí? Solo vine a ver como estaban Kile y tú, pero no quiero ser una molestia...

—No lo eres, America—me interrumpió mi amiga—Carter está bien. Además, tenerte aquí me hace muy bien. Podemos tener una charla de chicas—dijo. Bajo la mirada a su hijo y le hizo una mueca. Luego me miró— Como ya sabrás estoy en un periodo de "cuarentena" así que esperaba que me contaras algunos "detalles" de ustedes dos—comento con una sonrisa de picardía en sus labios.

Me tomó más de uno minuto comprender el significado de sus palabras.

—¡Rayos, Marlee, por supuesto que no! —exclamé acalorada—. Esos son detalles íntimos de mi vida matrimonial.

—Yo haría lo mismo por ti—aseguró mirándome con ojos de cachorro herido. Aparté la mirada—No vas a negarme que son sexualmente activos.

Mi rostro debió de teñirse de diferentes tonalidades de rojo.

♔ EL REINADO ♔ ( America Y Maxon ) - Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora