B' Shert (LGBT +18)

Capítulo 41: ¿Qué Tienes Que Decir Al Respecto?

Zane y Nathan

Nathan

—¿Cariño? —me llamó —Vas a resfriarte...

Lo sé, mamá... O papá... ¿Quién estaba moviéndome? ¡Qué molesto!

Abrí uno de mis ojos, moví mis pies sintiendo la cobija suavecita. La habitación parecía estar de cabeza. Habían pequeñas hojas de árboles pegadas al piso... ¿O al techo?

—Nathan~—volvió a llamarme la misma voz, pero no había nadie. Ya no estábamos de cabeza, sin embargo, la habitación no era blanca, sino de muchísimos colores vibrantes

Rojo... Morado... Rosa... Naranja... Un estilo de arte algo psicodélico

Una mano se coló por mi pijama de patos, recorrió mi espalda, mi cintura y llegó a mi estómago, acariándolo deliciosamente. A eso le siguió unos tiernos besos en el cuello, haciéndome cosquillas. Esa personas se pegó a mí, pude sentir una gran erección chocar contra mi trasero que, por cierto, estaba desnudo.

Cansado del suspenso, volví mi cuerpo hacia esa personas de ahí atrás. No me sorprendió en lo absoluto

—¿Zane? — el chico rió por lo bajo y asistió —¿Estás mejor?

—Tu besito me curó —afirmó

—Yey~—solté un sonoro bostezo

—De no ser por ti, probablemente me hubieran amputado la pierna

—Me alegra ser tu salvación —coloqué mis manos en sus frías mejillas —¿Qué haces aquí?

—¿Tú que crees? — de inmediato, bajó mis manos hasta mi trasero y lo apretó con fuerza, choqué contra su pecho, sintiendo nuevamente su pene pegar contra el mío. Jadee al sentir su caliente cuerpo envolviendo él mío

—¿Vamos a tener sexo? —pregunté de forma inocente

—Mjm —murmuró dándome pequeños besos en el cuello. Tomó mi erección y la acarició con cuidado. Gemí, sosteniendo su cabello con mis dos manos. Su lasciva lengua se deslizó hasta mis pezones, haciendo desaparecer su cabeza bajo las cobijas. Los mordió mientras que con su mano continua el vaivén en mi entrepierna

Su cálida mano abrigaba mi miembro a la perfección. Su pulgar giraba sobre la punta, generándome espasmos y jadeos.

—Ahm... Mmm... N-no — mordió con fuerza mi pezón —¡Ah! —el presemen salía sin control. El sonido de algo húmedo hizo eco en el cuarto. Zane volvió a subir su cabeza y, sin más reparos, atrapó su boca con la mía, para  luego soltarla, mirándome fijamente

—No dejes de mirarme —ordenó con voz demandante. Me puse aún más duro al escucharlo. Su voz gruesa y ronca salir de eso deliciosos labios. Movió su mano aún más rápido, mis gemidos eran incontrolables en ese punto, y cada vez de cerraba mis ojos por el placer, Zane tomaba mi rostro y lo hacia volver a él. —Si dejas de mirarme voy a tener que castigarte, precioso

Me di el lujo de imaginarme acostado en las piernas de Zane, con mi trasero expuesto y vulnerable, totalmente a su merced, mientras que el azotaba mis glúteos y metía los dedos dentro de mí, mientras se relamía los labios sensualmente

La imagen me excitó a tal punto que traté de detener su mano

—M-me vengo —le advertí, sintiendo algo cálido salir a la vez que el clímax me dejaba con una sensación exquisita. Respiré profundamente, mis párpados pesaban. Entre un pestañeo y otro, Zane se colocó sobre mí, dejando la vista de su hermoso y trabajado cuerpo para mí deleite. Su entrepierna se veía borrosa, en medio de la oscuridad que nos daba la cobija y mi pesado sueño —¿Vas a castigarme? —pregunté fingiendo estar asustado, pero la verdad era que lo deseaba con todas mis fuerzas