Capítulo 19

1.3K 148 30
                                    


ZEE

Cuando nos dejan entrar en la habitación de Saint, Earth y yo no estamos preparados para verlo en esa cama. Earth aguanta las ganas de llorar y yo maldigo por dentro a ese malnacido.

Mi ángel está conectado a varias máquinas con un sinfín de cables, su cuerpo inerte sobre esa cama hace estremecer todo mi ser.

Earth es el primero que va hacia él y acaricia su pelo mientras le besa la mano, su amor es sincero y me siento un bastardo porque envidio su conexión.

No me atrevo a acercarme sólo lo miro desde la puerta, me da miedo ver lo que ese hijo de perra le ha hecho, y todo por mi culpa.

Earth se levanta y viene hacia mí, me coge de la mano y me lleva hasta mi ángel.

—Los dejaré solos un ratito, voy a ver si Kao ha llegado— me dice en voz baja.

Miro al amor de mi vida y solo siento ganas de llorar, sus muñecas y tobillos tienen hematomas morados y rasguños sangrientos, mi guerrero luchó hasta el final por liberarse. Su precioso torso está vendado, pero puedo ver la marca de los latigazos en su blanca piel. Su labio está hinchado y su mejilla derecha tiene un color verdoso por algún tipo de golpe. ¡Dios!, tenía que haber matado a ese bastardo asqueroso.

De repente la mano de Saint aprieta la mía, mi corazón late a mil por hora.

—¿Saint? — le llamo en un susurro.

—Zee, por favor dime que eres tú, ayúdame sácame de aquí, no me dejes solo— me grita.

Está delirando y yo intento por todos los medios tranquilizarlo y hacerle ver que está a salvo que yo estoy ahí con él.

—Amor, estoy aquí, nadie te hará daño nunca más— le susurro— voy a llamar a la enfermera.

—Ni se te ocurra dejarme solo Zee Pruk— me dice en un tono que hace que me quede pegado a la silla— tardaste mucho en venir, aguanté todo lo que pude, intenté no tener miedo como me dijiste, pero estaba aterrado.

—Lo sé mi ángel, corrí todo lo que pude para llegar a ti, perdóname por favor—le digo llorando.

—No llores, estoy bien— me consuela.

Es increíble después de todo lo que ha pasado, de haberlo abandonado, de que ese lunático le hiciera vete a saber que barbaridades, ahí está este hermoso hombre consolándome a mí. Soy el hombre más gilipollas del planeta, y a la vez el más afortunado por tenerlo conmigo.

—Estaba seguro que me encontrarías, sólo tenía que aguantar todo lo posible— me dice con una seguridad y una confianza en mí que me lastima por dentro.

—No merezco tu perdón, y mucho menos tu amor, he sido tan injusto contigo y le di a ese loco la oportunidad de hacerte tanto daño. Saint no debería ni respirar el mismo aire que tú.

—Pues vas a tener que hacerlo, porque tenemos que arreglar lo nuestro. Por supuesto no creas que te perdonaré tan fácilmente— me dice con un hilo de voz.

—Asumiré cualquier castigo que quieras darme— le digo mientras beso su frente.

Acarició su preciosa cabeza, le beso en la frente, las mejillas, los ojos, quiero cerciorarme que esto no es un sueño que lo tengo aquí conmigo.

—Zee para, me haces cosquillas, ¡auch! — se retuerce con dolor.

—Lo siento mi ángel, ¿te duele mucho? ¿llamo a la enfermera?

—Espera todavía no, quiero estar contigo un rato más— me responde con esa sonrisa que es mi razón de vivir.

—Eres el ser más hermoso que hay en el planeta Saint— le digo con todo el amor que siento por él.

Elección vital - ZeeSaint (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora