Capítulo 11

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ZEE

Llegamos al apartamento de Saint pasadas las dos de la mañana, estoy tan cansado que se me cierran los ojos. Saint me lleva a su cama, se desnuda y me pide que le acompañe. Por supuesto lo hago y le abrazo mientras veo como sus ojos se cierran y su respiración se relaja.

Unas cuantas horas después me despierto un poco desorientado en la cama de Saint, le miro y no me canso de su cara preciosa relajada por el sueño, joder me estoy enamorando de este hombre.

Me levanto intentando no molestar a Saint, quiero ver las imágenes de la tarjeta de la cámara del acosador antes de que se levante mi ángel.

Salgo de la cama, me dirijo al cuarto de invitados a coger mi portátil y me acomodo en la mesa de la cocina. La tarjeta está cifrada, este acosador sabe lo que hace. El paso por un programa para desbloquearla y ahí están las fotos. Me quedo de piedra al verlas. Saint vestido con la ropa de nuestra primera reunión saliendo de casa y cogiendo un taxi. También hay algunas de mi coche llevándolo a la universidad. Fotos mías vigilando a Saint. Hay algunas instantáneas de la mañana que salimos a correr. De nosotros en el restaurante y una última de mi de espalda en el portal del Saint justo antes de que viera el flash reflejado en el espejo de la recepción.

Nos ha estado siguiendo en todo momento, incluso hay alguna de Tine recogiendo a Saint en el estudio.

Me odio a mí mismo en este momento, ¿cómo no he sido capaz de darme cuenta? Por supuesto sé la respuesta, estoy demasiado centrado en Saint y me he distraído de lo verdaderamente importante, su seguridad.

El día que salimos a correr me pareció que alguien nos vigilaba, pero no hice caso a mi instinto por querer complacer a Saint.

No puede volver a pasar, no volveré a perder a alguien importante para mí por desviarme de lo que es esencial y por lo que realmente estoy aquí. Protegeré a Saint y cogeré a este chiflado y después me centraré en hacer que Saint forme parte permanente de mi vida.

Tengo que hablar con él y espero que entienda que tenemos que mantener las distancias hasta que atrape a su acosador. Es por su seguridad, sé que lo entenderá.

Oigo un ruido proveniente del dormitorio de Saint, miro hacia allí y veo a mi ángel rascándose los ojos.

—¿Ya estás despierto? — me dice haciendo un puchero— pero es domingo, ven a la cama.

Le sonrío sin poder evitarlo, cierro el portátil y cojo la mano que me tiende. Lo de alejarnos un poco puede esperar hasta el lunes. Joder, cuando estoy con él no hay manera de mantener mis pensamientos en orden.

El sol entra por la ventana alumbrado el hermoso cuerpo de Saint, le haría el amor constantemente. Tenerlo dentro de mí la otra noche fue genial, pero prefiero estar dentro de él. Hablamos sobre esto y me ha repetido que el rol que tengamos en nuestra relación no es importante para él. Así que acordamos que dejaremos que las cosas se den naturalmente.

Hoy es domingo y no tengo ganas de hacer nada, las emociones de estos días me han pasado factura y mi cuerpo no me responde.

—¿En qué piensa el hombre más sexy del mundo? — me pregunta con voz ronca mi ángel de piel de porcelana.

—Pienso en cómo desordenas mi vida y lo mucho que me gusta eso— le contesto con una sonrisa.

—¿Qué quieres hacer hoy?

—Quiero quedarme todo el día aquí contigo, además tenemos que hablar—le digo.

—¿Hablar?, no me gusta cómo suena eso, ¿vas a romper conmigo? — me interroga con esos ojos que me matan.

Elección vital - ZeeSaint (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora