Capítulo 20

1.5K 152 29
                                    


SAINT

La casa de Zee es acogedora y refleja perfectamente la personalidad de su dueño. Está muy ordenada y limpia con una cocina amplia y un jardín exterior precioso. Podría acostumbrarme a vivir aquí. Casi no se oye el tráfico y se respira mucho mejor que en la ciudad. Por otra parte, está bastante lejos de la universidad y no quiero que esté todo el día llevándome y trayéndome, pero no me ha dado opción, así que, así serán las cosas.

—Quiero ver el dormitorio –le susurro al oído.

Zee me atraviesa con su penetrante mirada y me coge en brazos

—¿Qué haces?, puedo caminar— le digo con un grito.

—Lo sé, pero prefiero llevarte yo mismo— me espeta tan tranquilo.

Me deja suavemente sobre la cama y me besa con mucha suavidad como si me fuera a romper.

—Estoy bien Zee, no voy a romperme, por favor quiero que seas el de antes conmigo—le ruego con mi voz más seductora.

No sé muy bien si es por mi petición o porque él está tan necesitado como yo, pero me besa con pasión y empieza a quitarme la ropa. Se queda paralizado un momento cuando las cicatrices de los latigazos quedan expuestas a su vista. El doctor nos ha dicho que las marcas se irán atenuando con el tiempo y que casi no se notarán. Pero todavía están en mi piel como recordatorio de ese día.

Acaricio su cara con mis manos y hago que me mire.

—Por favor, no dejes que nos haga esto, tócame, abrázame, bésame y hazme olvidar que ese día existió— le ruego.

Entonces me apoya sobre la cama y me besa lentamente, primero en los labios, después baja por mi barbilla hasta mi cuello y me muerde suavemente, mañana tendré una marca y creo que es eso lo que Zee quiere, dejarme marcas de amor para sustituir las marcas de dolor.

Sigue besándome el pecho y mete mis pezones en su boca y yo olvido hasta mi nombre. Ya no me importa nada sólo necesito que él siga amándome.

Baja por mi estómago y lame la piel sensible bajo la cicatriz de la cirugía.

—¿Te duele? — pregunta con un nudo en su garganta.

—Me duele más lo que te echado de menos— le respondo.

Él gime bajito y sigue besando mi cuerpo con adoración.

Le agarro del pelo para que sepa que necesito más de él y lo pilla enseguida. Me baja la ropa interior y mete mi dura erección en su boca. Chupa la punta y sigue hacia abajo lentamente. Yo muero de placer y gimo para que lo sepa. Zee besa mis muslos, mis rodillas, mis pies y vuelve a subir sin dejar de besarme.

Estoy tan excitado que espero no correrme con solo tocarlo. Porque quiero tocarlo, besarlo y sentirlo toda la noche.

Le quito su ropa y lo dejo desnudo debajo de mí. Beso la inmensidad de su pecho y siento que vuelvo a nacer, bajo por su abdomen de piedra y me derrito con solo pensar en lo que está por venir.

Meto su polla en mi boca y Zee me regala un gruñido que sale de lo más profundo de su ser y yo tengo que controlarme para no correrme en ese momento.

Cojo el lubricante de la mesita y paso del condón, hoy quiero tenerlo cerca de mi piel sin nada entre nosotros. Parece que a Zee le parece bien porque me quita el lubricante y empieza a prepararme para él. Con sus dedos metidos en mí y sus ojos penetrándome hasta el corazón, me parece que voy a morir pronto.

Aparto su mano, sus dedos salen de mí y yo me empujo hacia abajo y me meto su preciosa polla hasta al final. Es la sensación más maravillosa del mundo, no quiero que se acabe nunca. Empiezo a moverme suavemente mientras uso sus abdominales para apoyarme.

—UMMM, esto es tan bueno, no quiero que acabe nunca—le digo besando su boca.

—Yo tampoco quiero que acabe, pero joder Saint te mueves tan bien, que no creo aguantar mucho más. Eres delicioso y ni siquiera lo sabes— me dice con un gemido sordo.

Me coge de las caderas y acelera mi ritmo y ya el mundo se hace borroso. No puedo parar estoy tan cerca.

—Estoy cerca, joder sí, más fuerte— le grito con mi cabeza echada hacia atrás y mi espalda arqueada.

Atrapo mi erección y me toco desesperado mientras no dejo de cabalgar sobre este precioso hombre, no puedo ser más feliz.

Pero Zee tiene otros planes y me tumba sobre la cama y me besa profundamente, después entra en mi fuertemente con un grito de placer. Me toca mientras me taladra hasta la extenuación.

Nuestros cuerpos sudados se acoplan tan bien, todo es húmedo y caliente, entra y sale de mí sin parar y yo ya he perdido el norte.

El orgasmo me atrapa sin casi esperarlo y me arrolla como un huracán, jamás había sentido algo así, nunca voy a tener suficiente de esto.

Zee me abraza y con una última estocada se corre dentro de mí con un grito. Se derrumba sobre los brazos y me mira con tanto amor que me para el corazón.

—Te amo Saint, nunca me cansaré de esto, cada día contigo es mejor que el anterior, por favor no me dejes nunca.

—¿Dónde voy a ir sin ti? Ya te pertenezco en cuerpo y alma, estoy jodido, pero bien jodido— le respondo y él se ríe y esa felicidad me traspasa. Nada podrá hacernos daño si seguimos juntos y con este pensamiento me quedo dormido en el mejor lugar del mundo, sus brazos.

ZEE

Saint me pide que le haga el amor y yo estoy aterrado, su cuerpo no se ha curado del todo y las marcas de los latigazos son un recordatorio constante del peor día de mi vida. Pero no quiero que piense que no lo deseo, porque lo hago, lo deseo con toda mi alma. Nunca tengo suficiente de él, nunca me cansaré de amarlo.

Me pide que le haga olvidar ese día y yo también quiero que lo olvide, que solo recuerde que lo amo con todo mi ser y voy a demostrárselo. Adoro todo su cuerpo con mis besos y le hago el amor tiernamente, es todo lo que necesito para ser feliz.

Saint duerme plácidamente en mi cama, es tan hermoso por dentro y por fuera que no sé qué he hecho para merecerme tenerlo.

Ahora mismo sé que no merezco su amor, pero haré lo posible para merecerlo en el futuro, haré lo que sea para que seamos felices juntos.

Hoy es un buen día para comenzar a planear el resto de nuestra vida, lo quiero todo con Saint, sin peros y sin excusas, simple y llanamente.

Vuelvo a la cama es hora de empezar a merecerme al ser más impresionante de este planeta, mi ángel.

CONTINUARÁ...............

Elección vital - ZeeSaint (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora