—―Disfruten de la comida. —―El anfitrión decía y a su vez le llamó a un hombre que formaba parte de su escolta. Susurro algo y vieron a dicha persona retirarse hacia otra habitación. Tanto la decoración como los grandes candelabros daban una experiencia más elegante.
—―Es grato que podamos disfrutar de una comida Unidos, como uno solo.
—―Ahora que lo menciona... —―La Reina y madre de Jimin tomó la palabra, dejando sus cubiertos en la mesa y movió su Copa algo nerviosa por lo que estaba por decir. —― Le comentaba a mi esposo, que tengo una propuesta para todos los presentes.
Jimin vio a la mujer con la que estaba hace un momento siendo escoltada por el Guardia que se había marchado hace un momento.
—―Disculpe la interrupción. Reina Seola,¿Qué sucede Kaori? Insististe en formar parte del banquete y no estás aquí a tiempo.—― La suma sacerdotisa regañó. —―Disculpen a nuestra hija, claramente las campanas no suenan del todo fuerte.
—―Un error lo puede cometer cualquiera. —―El Rey Jimsu alivió la preocupación.
Jimin arqueo una ceja viendo a la chica y esta solo se encogió en su silla.
Tenía la mirada de todos encima, desde los mayores, hasta de los más jóvenes.
Seguramente, todos, pensando en las distintas formas en las que la repudiaban.
—―Continua Seola, por favor.
—―Hay un castillo, está en el centro de donde nuestros reinos se unen. Nuestros hijos serán los que en un futuro sigan con la tradición de mantener el mundo en equilibrio... Sería bueno que aprendieran de sus alrededores, los más jóvenes.
—―¿Tu propuesta es poner a nuestros hijos para que aprendan sobre los Reinos ajenos?
—―Así es.
—―No veo porqué no. —―Aceptaron. El resto de los Reyes no se veían tan convencidos, hasta su esposo se veía confundido.
Uno a uno, se despidieron y continuaron con su camino hacia sus destinos.
El Guardia Real, Aris se acercó a su líder para discutir el tema que Seola había propuesto.
—―No creo que sea buena idea, mi señor.
—―¿Por qué no?
—―Sabemos lo fuertes que son los hijos de las familias reales. Una sacerdotisa, rodeada de licántropos, demonios, centauros, silfos, igneos... Sería un lugar peligroso para la Señorita Kaori.
—―Aris, ¡No seas ridículo! —―Burló el Sacerdote bebiendo un trago de vino. —―Kaori es la hija única de los Santos, es la más poderosa de nosotros. Si alguien debería tener miedo, habrían de ser ellos.
—―Pero mi señor... Si todos se unen, podrían matarla.
—―Eso no pasará. Es decisión de mi hija, si ella gusta de ir, irá.
Kaori al oír eso sonrió de oreja a oreja. Esto podría ser un paso de lo que siempre ha soñado. Una verdadera unificación.
—―Seola, no sé si sea buena idea.—― Jimsul pulia sus armas.
—―Son solo adolescentes, todos están entre los 20-21, ¿Qué es lo que te preocupa?
—―Nuestros hijos... No son como nosotros. No vivieron lo que nosotros. Hubo un tiempo en el que todos éramos enemigos y-
—―Y nuestro hijo es el mejor amigo de un Centauro de nombre Henryk. Nereidas, Gamulios, Gárgolas. —―Seola entrelazo sus manos con las de su esposo.—― Ellos no tienen que crecer rodeados de odio.
—―No creo que Jimin quiera ir.
—―No es necesario convencerlo a él. Si Taehyung y Bogum van, él irá.
