Arribó de vuelta al castillo estirando sus nudillos y con una sonrisa mañanera. ―¡BUENOS DÍAS――grito irrumpiendo en la habitación de Kaori que ya estaba despierta y con un rostro apagado. El hecho de estar con él la ponía feliz, más todo lo que ha ocurrido, la hizo temblar toda la noche. Aunque debía aceptar que era agradable, despertar sin esa cubetada de agua helada. Lo vio echarse a su lado, tranquilo, ella aún estaba enredada en las cobijas debido al frío.―Poco a poco tus mejillas se ponen rosas. ――apretaba estas mismas molestando a Kaori. ――¿Cuánto tiempo crees que te tome recuperarte por completo? ¿Cómo te sientes hoy?
Quisiera darle una explicación breve, más no podía hacer otra cosa más que encoger sus hombros y hacerse pequeña en la gran cama.
――No puedo pedirte que te sientas mejor de un día a otro... Lamento eso.Kaori entrelazo sus manos sonriendo.
――Creo que me gustas más ahora que no hablas. ――Molesto y ella le comenzó a golpear.
Atrapó sus brazos subiendo a la chica encima de él para abrazarla. ――No sabes como amo verte aquí. Pero hay algo que debo hablar contigo, ¿Sabes por qué tus padres no quisieron matarte?
Lado su cabeza desconcertada.
――Sé que con todo lo que te han hecho, parece que no les importas pero... A decir verdad, dejarte con vida y cerca de ellos deja mucho que pensar. Esto va más allá de que seas su hija. Dijiste que te recordaban lo importante y valiosa que eras, pero ¿Exactamente por que? ¿Solo porqué puedes matarnos a nosotros?Ella hizo la seña para que él buscara el bolígrafo y poder escribir. Se recargo en el abdomen del chico, eso hacia cosquillas.
――No considero que sea solo eso. Cualquiera de ellos puede asesinarnos, ¿Por qué tu serías diferente?
Porque yo tengo poderes que ellos no.
――¿A qué te refieres con eso?
Cuando hirieron a Padre, espere a que Madre le curará, más no podía hacerlo, porque no sabía cómo. Y nadie de los que estaba ahí podía hacerlo, solo yo.
Luego de que lastimaran mis manos, al día siguiente ya estaban cicatrizando.
Jimin entre cerro los ojos intentando comprender. ――Por eso te torturaban, para que no pudieses curarte y no tuvieses la fuerza para hacerlo. Pero, ¿Por qué tú eres diferente a ellos?
Se encogió de hombros y el príncipe suspiro.
――Cualquiera que sea la razón, ellos no quieren que nadie la averigüe. Han estado enviando sus Elfos para asesinarte. Pero por eso no hay problema, yo puedo aplastarlos como moscas.――Permíteme revisar tus manos. ――Pidió amable. Quitó las ventas y se veían mejor que antes. Ya es un avance. Acaricio las heridas causando algo de dolor en Kaori. ――Pronto estarás bien.
Dejó un beso en su rostro y rozó las puntas de sus narices, como era costumbre, más la nariz de jimin era fría.
Y eso era lo que más sorprendía a la joven sacerdotisa. Todo contacto que tenía con él era tan helado, que uno creería que sería sinónimo de algo insípido, o que causaría incomodidad en ambos, más las cosas eran muy diferentes a como lucían.A pesar de que Jimin sabía bien que nunca sería la clase de hombre que alguien como Kaori debería tener a su lado, se esforzaba por demostrarlo, específicamente, a ella.
A la única persona a la que debía probar cuánto la amaba, era ella y a nadie más.
Hasta el toque más simple, intenta hacerlo con cariño, aunque tiene bien en claro que es difícil, cada caricia para Kaori era tan cálida.
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