Kaori daba vistazos rápidos a su alrededor, no había señales de él en los árboles, ni detrás de los arbustos. Se cumplía una semana de lo acontecido en el bosque, aquel acto de bondad que ella tuvo para defenderlo. Por un momento, imaginó que ese sería el inicio de algo nuevo, más no fue así. Todo lo que gano, fue que el príncipe se alejará de ella y optará por pasar horas en el castillo.
Mordisqueaba una manzana, jugando con su arco. ―― Creo que por mucho que desees, nunca puedes agradarle a las personas.
――Escuche a mi Padre decirlo. Los reinos del bosque se están saliendo del control, lo peor es que nadie sabe la razón.
Típicamente, guardaron silencio cuando la chica entró, buscó entre los libros y se llevó unos cuantos.
Jimin notó su presencia en el lugar dado a que pudo olerla desde que venía, y como siempre estornudo.
――¿Ocurre algo?――Taehyung preguntó al percatarse que su amigo la observó salir.――Nada.
――¿Por qué la miraste así?
――¿Así cómo? ¿Con odio?
――No, yo conozco tu mirada de odio y esa definitivamente no era una.
――Estás alucinando.
Continuaron charlando por un rato, riendo de las historias que Bogum narraba.
Uno de los muchachos miro por la ventana para ver llamaradas de fuego siendo lanzadas hacia ellos.――¡Cuidado!Se tiraron al piso y el trío de demonios como buenos mayores, recurrieron a proteger a los demás. El castillo comenzó a incendiarse.
――¡¿Quién rayos nos ataca?!――Algún elemental, tal vez ó un dragón.
――Pero ¿Cómo sabrían que aquí había gente?
――¡Eso es lo de menos! Debemos sacarlos a todos. ――Al colocarse el caso, el resto de su armadura salió, junto a esta, su capa que resistía todo tipo de peligros.
De uno a uno fueron sacando a todo el que estaba presente, hasta que aquellos ataques volvieron a aparecer. Jimin iba a entrar cuando vio que en efecto, era premeditado.
――¡Parece que no van a detenerse hasta matarnos! ¡Debemos salir!――Taehyung cuidaba a un par de jóvenes duendes.――¿A quién se le ocurre lanzarle fuego a un demonio para asesinarlo? ―― No parecía tener sentido, contemplando que ellos son casi inmunes a eso. Como si los atacantes usarán catapultas, rocas gigantes empezaron a caer. Vieron que una de ellas iba a caer justo donde Hyunjin estaba, cuando alguien apareció para evitarlo.
Kaori uso la misma técnica que puso en práctica con el encuentro de la Larva y protegió a todos ahí, incluyendo a ese que repetidas veces le gritaba que le odia.
Todos se quedaron estupefactos admirando la pesada roca quedando barada en el aire.
――¡Salgan todos no voy a resistir mucho! ――gritó y ellos prosiguieron sacando al resto.Una de las rocas cayó a un extremo haciendo que el gran librero cayera encima de ella, solo pudo aventar la roca a cualquier lugar antes de recibir el fuerte impacto del mueble.
――¿¡Son todos!? ¿Están todos?
――La hija de los sacerdotes se quedó adentro.――Hyunjin jadeaba.
De nuevo ese hormigueo en sus manos, solo que en está ocasión se recorrió por todo su cuerpo, dando impulso para correr entre las llamas.――¡Jimin!
La buscó por todas partes pero tanto el fuego como el humo le hacían imposible el trabajo. ――Maldita sea.―― Cerró sus ojos concentrándose y empezó a percibir su rastro.
Madera y papel quemado, rocas, tierra... flores frescas.
Siguió ese último, reconociendo que era ella de quien se trataba.
Repitió su maldición al verla debajo del pesado librero. Agradeció que no fue imposible quitarselo de encima.
Con ella en brazos, Jimin salió del castillo solo para verlo derrumbarse después a sus espaldas.