La boda entre Bogum y Gen sería en unos días. Los reinos estaban felices pues sería la primera unión pública entre una Ninfa y un Demonio.
A Kaori le tocó hacer las decoraciones. Aburrida comenzó a usar su magia para hacer pequeños arreglos florales. Estaba tan ocupada juntando Rosas con Claveles que no se dio cuenta cuando el príncipe llegó.
――Eso es trampa.
――¡Ay mi Dios!―― Se cubrió la boca, del susto los arreglos cayeron y Jimin comenzó a reír. ――¡No hagas eso!
――Es trampa. No se debe usar magia para cosas tan sencillas como esas. ――Mordisqueo algo que tenía en su mano.
――No es trampa es... Una ayuda. Y que sorpresa verte por aquí. ――Puso sus brazos en sus caderas. ――Hasta que recuerdas que tienes mujer.
――Perdón, he estado algo ocupado. El Rey quiere que aprenda todo sobre los Reinos para cuando él me de su lugar.
――Debe ser tedioso.
――Sí. ――Volvió a morder y está vez Kaori olfateo.
――¿Hueles a Troll?
――Ah sí. Mate uno. Ten. ――Extendió una cabeza gigante.
――¡¿Y yo para qué lo quiero?!
――No sé. Úsalo de maceta, de cesto de basura, podemos colgarlo en medio como candelabro.
――¿Por qué lo mataste?
――Estaba robándose las flores de nuestro jardín. Tarde meses en verlas a todas florecer como para que un Troll feo las aplaste y encima se las robe.
――¡No seas cruel! ¡Solo debiste darle algunas!
――Mujer, ya te dije que me dejes matar a gusto.
――Lo haría si no fueses tan sanguinario.
――Es broma. ――Dijo al verla algo enojada.―― Estaba molestando a las Hadas, destruyó mitad de su Reino. Es parte de los Troll conservadores que creen que todos deben estar bajo sus pies... O bueno, era parte de ellos, hasta que lo mate.
――¿Y qué es lo que te estás comiendo tan gustoso?
――Su corazón.―― Mordió y algo de su sangre resbaló por sus labios.―― ¿Quieres?
――¡NO! No quiero y hoy no me vas a besar.
――La sangre de Troll es buena para nosotros. Tiene muchas propiedades curativas, nos da más energía-
――Eso dices de los corazones de todos.
――¿Oye y por qué no voy a besarte?
――No vas a besarme con sangre de Troll en la boca.
Jimin hizo un puchero y se comió la última parte que quedaba, chupando sus dedos.
――Tenemos que hablar de tus hábitos de comerte los corazones de ciertas criaturas.
――No puedo creer que el maldito de Bogum se casé. ――Cambio de tema. ――Ya quiero imaginar lo feos que saldrán sus hijos.
――¡Jimin!
――¿Qué? Serán feos.
――¿Te gustaría que hablaran así de nosotros cuando tengamos hijos?
――Ambos sabemos que nuestros hijos serían los más hermosos de este mundo y los más poderosos.
――Qué presumido.