Amor entre especies(GOLDFRED)

cap 44

La noche cayó en el bosque y la ciudad,gold ya estaba en su casa,acostado en su gran cama mirando a la nada;su mirada estaba perdida,su mente nadaba en un mar de pensamientos y recuerdos. Tantos que parecía que una gran ola saldría de su cabeza.

Toda su vida se resumía a una maldición que lo condenaba a él y a su amado,y ahora hasta su hijo estaba involucrado en un mar de odio entre criaturas y humanos. A gold le parecía injusta la maldición, sacrificar a un inocente por el bien de ambos bandos era simplemente algo exagerado e innecesario.

Gold:luna mía,por qué jugar con la vida de un inocente?*dijo al aire muestras apretaba el collar con su mano*

Golden:gold...*de repente la voz de su hermano menor sonó en la habitación*pasa algo?*preguntó mientras entraba a la habitación*

Gold:(suspiro)hay golden....si tan solo supieras*dijo sin importar si su hermano lo oía o no,su cabeza era un caos mas grande que el cielo*

Golden: saber qué?*preguntó por el comentario de su gemelo mayor,algo no estaba bien y él lo sabia,desde que llegó de casa de la bicolor había estado actuando como si se hubiera enterado del día de su muerte*

De repente un fuerte rayo cayó e ilumino el cielo,ambos hermanos se erizaron por el sonido del tremendo estruendo que este había provocado al caer. La fuerte lluvia empezó su caída en todos lados,humedeciendo el suelo y regando las plantas.

Gold no pudo responder a la pregunta de su hermano por el susto que había recibido hacía unos segundos atrás,su gemelo salió de la habitación diciendo un "mejor me voy,descansa"antes de cerrar la puerta e irse a su cuarto.

Ya solo miró por la gran ventana de su cuarto que en realidad era un balcón pero mas parecía una ventana,como sea...seguía recostado con la cabeza mirando al balcón. Su mirada se perdía entre la leve neblina que la lluvia ocasionaba al caer,miraba como las gotas de esta empañaban el cristal de la ventana.

Su mirada se torno tan triste que lágrimas leves caían por sus pálidas mejillas hasta caer y mojar las sabanas. En el bosque, un azabache miraba por su ventana la gran lluvia que parecía devorar el cielo con sus truenos. A su lado estaba un bear asustado por el ruido de los rayos.

Fred:tranquilo bear,no podrán lastimarte aquí adentro* dijo suavemente al ave que se escondía entre sus alas,el azabache movió un de sus alas para tapar al pobre animalito que temblaba*yo te protejo.