Deje de ver el tren a lo lejos de la vía y me senté en una banca.
"¿Dónde está?"
pensé en Carolina mientras miraba el celular que me acababa de básicamente robar.
- Perdón mamá...
susurré mientras lo apretaba.
Apagué el teléfono y lo formateé el celular en versión fábrica, tenía que eliminar absolutamente todo.
Lo que menos quería ahora era que me encontrarán.- ¿de dónde sacaste el iPhone?
me asusté por aquella voz quien resultó ser Carolina.
- ¡Caro! -dije alegre mientras me lanzaba a sus brazos.
- ¡Oliver! ¿te hice esper-? -se calló de la nada. ¿que pasaba?-. ¿Por qué hueles a Joy?
había una mirada en sus ojos que jamás había visto, estaba enojada. era demasiado obvio.
- L-le llegó su rut, no hicimos nada, de seguro se me impregnó su olor.
ella no era tonta, lo sabía muy bien. Pero por favor hazte la idiota solo está vez.
- ... ahg.
suspiro y me miró algo sonriente.
- Vamos, tu tren está por salir.
le sonreí y asentí, tomé su mano y fuimos a la boletería donde me preguntó dnnde vivía.
- Yo vivo en la capital.
- ¿¡La capital!?
dijo exaltada y luego se tapó la boca algo avergonzada por las miradas que había atraído con su chillido.
- ¿cómo qué de la capital? eso está a un día de aquí, pensé que vivirás a los alrededores por eso pedí tres horas fuera de mi trabajo.
me explicó mientras sacaba su monedero y revisaba su monedas
- Sabía que debía cobrarle a ese malnacido.
me reí por lo que dijo y baje la mochila y de ella saqué el dinero que me había dado más él que le había sacado a Joy.
- Traje un poco más por si las moscas.
- No eres tan idiota como creí.
la mire algo enojado en son de broma y luego la chica que estaba de vendedora de tickets nos hizo recordar que estábamos deteniendo la fila.
Me fui a sentar en la misma banca de antes mientras Carolina se ocupaba de todo.
Prendí el celular de Joy, o... mejor dicho, mi nuevo celular y puse el nuevo chip recibiendo la señal de mi nueva operadora y puse un nuevo Gmail ya que me había olvidado la contraseña del anterior, oficialmente este celular ya era mío, todo muy bien hasta que WhatsApp me pidió mi número.- ¿cuál dijo que era mi número?
me quedé en silencio mientras trataba de recordar.
- Oliver.
- ¿Qué ocurre? -le pregunté a Carolina cuando oí su voz llamar mi nombre.
- Buenas y malas noticias.
- Dimelas.
- La única manera de sacarte de aquí es que tomes el próximo tren, no te preocupes la estación está a la espalda del metro. pero, tienes que tomar otros dos trenes y luego un bus de traslado turístico hasta la capital.
- ¿Qué?
no pude entender por qué había hablado demasiado rápido.
- Ahg. ¿tenés un celular? perfecto, pásame tu número pa' pasarte las indicaciones y hacerte un seguimiento.
- No sé cuál es el número de esta porquería.
- caracoles.
Carolina me dijo para seguirla hasta la estación de trenes y cuando llegamos ella saco en boleto del tren que saldría en una hora.
durante toda esa hora nos pusimos a buscar número del chip hasta que lo encontramos gracias a un videotutorial.
La hora se cumplió y sentí miedo.- Caro...
- Ve a casa Oliver.
Vi como por sus ojos se escapaban unas lágrimas y eso fue el detonante para que mis lágrimas también salieran a la vista, me acerqué más a ella y me aferré fuertemente a ella y ella del mismo modo.
- Adiós Oliv.
- A-adios...
suspire agobiado y ella simplemente aún con una cara de tristeza meneaba su mano de izquierda a derecha mientras yo volvía a subir al tren con todas mis cosas y esperaba a que esté partiera.
- Volveré con mi familia para pagarte todo, lo juro.
- Estaré esperando tu llegada con ansias pequeño.
Sentí como la locomotora de poco a poco iba avanzando y aún mis lágrimas salían sin cesar de mis ojos.
- ¡Cuídate! ¡Prometo escribirte!
- ¡Te llamaré si no lo haces!
me reí por lo que dijo y me seque las lágrimas.
- Ya estoy cerca mamá...
🍒
-Pov. Joy.-
Me levanté algo cansado, al mirar la decoración del cuarto donde me encontraba y al no tener ni una sola prenda entre en razón.
- N-no...
Agarré rápidamente mis prendas y me vestí, busque la llave sobre el ropero pero ya no estaba, intenté abrir la puerta del cuarto que no podía.
- ¡Oliver! ¡Oliver ábreme la puerta!
grité alterado mientras comenzaba a golpear la madera.
- ¡¿Te hice daño?! ¡Perdón! ¡No alcance a tomar mis supresores! ¡Perdón! ¡Por favor abre!
Un abrupto silencio me respondió haciendo que mi preocupación aumentará más.
- Oliver.
Nada, ni una sola palabra. La casa estaba vacía.
Busque en el cuarto algo que pudiera ayudarme a abrir la puerta y afortunadamente divisé una silla donde estaba amontonada ropa.
Gracias estúpido.Cuando me estaba acercando a tomar la silla para lanzarla contra la puerta con la intención de romperla vi un billete en el piso.
- ¿De dónde-...?
sentí un calor frío pasar mi espalda y agarré la silla la cual estampe contra la puerta repetidas veces haciendo que se rompa un poco cerca del pomo para así meter mi mano y abrirla desde afuera.
- Si ayer lo marque, no puede ir tan lejos...
busque mi celular como loco pero no lo encontré.
-Este maldito.
tomé mi billetera, agarré las llaves que estaba entre mis libros y salí de la casa, pero... ¿a dónde?
en las escaleras que descendían a la vereda me quedé estático.
Este pueblo era grande, pudo ir a cualquier lado.- ... Suerte Oliver.
susurré y retrocedí mis pasos hasta la puerta de mi casa.
- La mejor de las suertes, pequeño estorbo.
cerré la puerta poniendo seguro sobre está.
(・-・) \(・◡・)/
literal estuve todo el capítulo así.y aquí termina la parte de Carolina y el secuestro, no se vayan. que aún está historia tiene para rato.
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La historia de un Omega [omegaverse]
FantasíaDespertarse un día, hacer tus rutinas diarias sin pensar que ese mismo día toda tú vida cambiaria, que serias llevado a un lugar nuevo donde verías toda tu vida ser cambiada a gusto por un ser que no conoces pero ejercer poder por orden no privilegi...