Soy Tuyo (2)

Capítulo 5

A la mañana siguiente no tenía ganas de despertarme ni mucho menos de levantarme de mi cómoda cama, pero un tremendo dolor de cabeza hizo que gruñera y abriera los ojos de inmediato, fue entonces cuando me di cuenta que mi cruda moral había iniciado. Esto es a lo que le temía, sentir esta pesadez y este odio por mí misma, aunque sabía que ese sentimiento iba a llegar, jamás pensé que sería así de cansado y frustrante. Pronto abandoné mi cama para ir en busca de una aspirina que se encontraba en mi bolso de mano cuando me di cuenta de que Mia no se encontraba durmiendo en su cama, por un momento pensé que se había ido a clases hasta que recordé que aún era fin de semana, me pregunto ¿a dónde habrá ido un domingo en la mañana? Tomo mi teléfono que se encontraba en la mesa de noche junto a mi cama cuando me doy cuenta de lo temprano que es, apenas son las nueve de la mañana y no tenía ni idea de que es lo que haría el resto del día. Estaba a punto de comenzar a lamentarme por el espantoso día que me esperaba cuando una llamada de Josh entró de inmediato.

-    ¿Hola?- contesto con duda.

-    ¡Tessa! Gracias a dios que estás despierta- responde Josh aliviado. –Creí que estarías dormida.

Como me gustaría seguir en un estado inconsciente.

-    Lo estaba pero un horrible dolor de cabeza me despertó- digo poniendo mi mano izquierda sobre mi frente.

-    Lamento oír eso, pero me alegra que me hayas contestado el teléfono.

-    ¿Qué pasa Josh?

-    Bueno, ayer hable con mi madre y estaría encantada de que trabajaras con nosotros.

No podía creer lo que me estaba diciendo. Quería gritar, saltar y correr por toda la habitación, pero eso era algo que mi antigua personalidad inmadura haría así que decidí tomar esta noticia lo más calmada y normal posible.

-    Vaya, esa es una gran notica- digo con entusiasmo pero sin parecer una loca. –De verdad no sabes cuánto te lo agradezco Josh.

-    No hay problema linda, sabes que haría lo que fuera por ti- podía sentir su sonrisa incluso estando lejos de mí. –Aunque tendrás que hacer una pequeña y rápida entrevista, solo es por protocolo no te preocupes.

-    Está bien Josh, no quiero que piensen que hay nepotismo en la empresa de tu familia- lo consuelo un poco. –Te aseguro que me siento mucho mejor sabiendo que tendré una entrevista de trabajo.

-    De acuerdo entonces te veré en la editorial a las once en punto, te mandaré la dirección en un momento.

-    Bien. Nos vemos Josh- termino de decir antes de colgar.

Ahora que tenía algo muy importante que hacer caí en cuenta de que no tengo el tiempo suficiente para arreglarme, así que salí de inmediato de la cama, busqué rápidamente mi bolso de baño para poder ir a la ducha y ponerme lo más presentable posible.
Después de pasar veinte minutos debajo del chorro caliente de agua decido regresar a la habitación y comenzar a arreglarme. Saque de mi maleta un vestido corto color gris sin manga que se ajustaba a mi cuerpo delicadamente y que también venía acompañado de un pequeño cinturón negro en forma de moño, para mi cabello opte sólo por hacerme unas ondas para formar más volumen y mi maquillaje fue con colores suaves y naturales, finalice mi vestuario poniéndome unos pequeños tacones color beige antes de partir.
Al salir del edificio llame a un taxi para que me llevara a la editorial, no me di cuenta en que momento mis nervios comenzaron a aumentar tanto que consumieron mis pensamientos por completo y en cuanto menos lo espere el taxi ya se encontraba justo delante de mí. Durante el camino me puse a pensar en todas las posibles preguntas que me haría la mamá de Josh ¿Cómo te llamas? ¿Qué experiencia tienes? ¿Por qué quieres trabajar con nosotros? ¿Qué puedes ofrecernos para crecer como empresa y convertirnos en la número uno? Miles y miles de preguntas llenaron mi cabeza y gracias a los nervios no podía pensar en una respuesta coherente, lo gracioso de esto es que sabía quién era y sabía el por qué debían contratarme pero las dudas y los nervios son muy tramposos, ellos logran hacer que dudes de tus capacidades y de tu propio valor. Tenía que comenzar a tranquilizarme o esto acabaría muy mal.