Capítulo 15

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No tarde mucho en pedir un taxi y regresar al hotel. No les dije ni a Mia ni a Josh que ya había regresado, en este momento no me sentía con ánimos de hablar, porque en lo único que puedo pensar justo ahora es en lo que estoy a punto de hacer. Llegue a mi habitación lo más rápido posible y antes de hacer cualquier cosa mire mi teléfono para saber cuánto tiempo me sobraba. Pasaban de las ocho de la noche, lo que significaba que me quedaba media hora para arreglarme. Inmediatamente tomé uno de los bikinis que traje para el viaje, este era bastante sencillo de color negro, y me dirigí al cuarto d baño para tomar una ducha rápida. Cuando por fin termine de quitarme el maquillaje corrido y las pocas gotas de sudor que se acumularon en mi frente por estar bajo el sol tanto tiempo, comencé a ponerme el bikini y encima de este una bata de seda color blanca. Estaba algo indecisa sobre ponerme maquillaje o no, pero al final opte por ponerme tan solo un poco. Seque rápidamente mi cabello y por último me puse unas sandalias negras que combinaran con el bikini. Antes de salir, me vi en el espejo una última vez. Quería ver la persona que era antes de cometer la mayor estupidez de mi vida. Esta tarde con Jack, me di cuenta de que él tenía razón, tal vez estoy confundida y no sé si en verdad sigo amando a Hayden o simplemente me gusta la forma en la que me hace sentir. Creo que esta noche lo descubriré al fin.
El spa estaba algo lejos de las habitaciones y debo decir que también algo escondido. Tuve que caminar por un largo camino oculto que daba a los jardines y a un pequeño estanque lleno de peces coloridos, si no tuviera que ir al spa me quedaría aquí, admirando y alimentando a los peces koi. Por fin, después de cruzar un pequeño puente, me topé con una inmensa puerta de cristal. A simple vista no se veía nadie, pero era normal, en este lugar no había empleados a menos que hayas agendado un masaje un día antes de tu visita, por lo tanto esto significaba que Hayden y yo tendríamos este lugar para los dos solos. Saque la tarjeta de entrada, pero tardé varios segundos en poder introducirla sin que mi mano temblara de los nervios, sinceramente no sabría decir si eran nervios o miedo. Cuando por fin me armé de valor y entre, mis ojos se abrieron demasiado al ver lo hermoso y elegante que era este lugar. Primero tuve que recorrer un pasillo de mármol donde se encontraban dos puertas cerradas, una de cada lado, la primera correspondía a la habitación de masajes y mascarillas mientras que la otra era una habitación donde hacían manicura y pedicura. No sabía muy bien donde me estaría esperando Hayden hasta que a lo lejos pude escuchar el sonido del agua corriendo, no sabía muy bien que se encontraba al final del pasillo pero supuse que ahí estaría él. Cuando llegue al final, una puerta alargada de cristal translúcido se presentó en mi camino, tomé la manecilla y cuando comencé a empujar la puerta, vi la habitación las hermosa y relajante de mi vida. Lo primero que saltaba a la vista eran las dos lámparas alargadas de cristal colgaban del techo para dar una mejor iluminación a los dos camastros acolchonados que tenían encima una toalla en forma de cisne, al girar la cabeza al lado derecho me encontré con una alberca que tenía por diámetro todo lo largo de la habitación, pero me di cuenta de que estaba dividida. El lado más largo era el izquierdo, el cual correspondía a la alberca mientras que el lado derecho era más pequeño ya que este era un jacuzzi, y era justo ahí donde estaba él.

- Tessa- al levantar su cabeza, me miró como si no pudiera creer lo que estaba viendo. –Estás aquí.

Dios mío, ¿Por qué  estaba tan nerviosa? Sentía que mi corazón estaba a punto de salir de mi pecho, es solo que con tan solo verlo hacía que todos mis sentidos se volvieran locos. Debo de tranquilizarme, he venido aquí con un propósito y no podré lograrlo hasta que respire profundamente y me calme.

- Ven- dijo extendiéndome la mano. –Prometo que no intentaré hacer nada.

No confiaba en él, pero tampoco tenía planeado quedarme parada toda la noche, así que me quite la bata y las sandalias, las acomode ordenadamente en uno de los camastros y me dirigí hacia el jacuzzi. Normalmente no soy una persona que le gusten estas cosas, la verdad es que no me gusta el agua caliente ni la primera sensación que se obtiene al meterse en un jacuzzi, pero solo por esta noche haré una excepción. No quise ser descortés, así que tomé la mano de Hayden mientras me ayudaba a introducirme en el agua.

Soy Tuyo (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora