- ¿Te encuentras bien? - preguntó Mia entrando a la habitación.
- No, la verdad es que no- respondí mientras me sentaba en la cama.
Mia vino a sentarse a mi lado y me abrazó de inmediato. Los abrazos pueden ser reconfortantes en ciertos momentos, pero hay veces en las que solo se necesita un abrazo para detonar la bomba de emociones que tienes por dentro. No quería llorar. Ni siquiera sabía porque quería llorar exactamente, tenía muchos sentimientos encontrados. Miedo, ira y tristeza. No pude evitar convertirme en un mar de lágrimas cuando Mia me rodeo con sus delgados y fríos brazos. Ya estaba llorando con ganas, y siendo honesta, no creo que vaya a parar en un rato.
- Dime que hacer Tessa, no me gusta verte así de mal.
- No te preocupes estoy bien- digo entre sollozos, lo que provoca que ella me abrace más fuerte.
- Tess, debes de dejar de llorar por personas que no lo valen- intenta calmarme, acariciando mi cabello.
- Lo sé, soy una tonta.
- ¡No! No puedes llamarte tonta por verte afectada por tus sentimientos- me lanza. -Eres humana...No Stacy.
Ambas nos reímos ante lo gracioso que fue comparar a Stacy con un robot insensible. Cuando me aparto de Mia, veo que tiene una ligera sonrisa en su rostro por haber conseguido que me sintiera un poco mejor. Agradezco inmensamente que esté aquí. Siempre he tenido que sobrellevar los problemas y las tristezas sola, pero tener a alguien con quien contar hacia que el duelo fuera menos fuerte. Durante mucho tiempo he tenido que aprender a sanar rápido, a no verme afectada por las cosas malas que suceden a mi alrededor porque sabía que nadie estaría conmigo para darme consuelo y cariño. Creía que no era necesario tener amigos ni familia, pero ahora veo lo equivocada que estaba. Todos necesitamos desahogarnos con alguien que nos quiera, nos entienda y nos apoye. Estar solo no desvanecerá la tristeza que sientes por dentro, por lo contrario, solo te llena más de dolor. Jamás creí que llegaría a tener una amiga en la universidad, pero me alegro tanto de haberla encontrado.
- Gracias Mia- sonrío, limpiándome las lágrimas de mis mejillas.
- No hay razón para decirlo.
Nos dimos un último abrazo, pero esta vez no fue de consolación sino de amistad, y volvimos a la normalidad.
- Bien, empecemos a empacar nuestras cosas, Josh no tardará en llegar y nosotras no hemos hecho absolutamente nada- recuerda.
- Tienes razón, hay que darnos prisa.
Pasamos los siguientes veintiocho minutos guardando y limpiando todo lo que había en nuestro dormitorio. Verlo vacío me recordó el primer día de clases, cuando me sentía nerviosa por conocer a mi nueva compañera. Quien hubiera dicho que esta chica fiestera, llamativa y alocada se convertiría no solo en una amiga, sino una hermana. Teníamos prácticamente todo listo y empacado, solo estábamos esperando a que Josh nos dijera que ya había llegado. Por suerte solo pasaron algunos minutos cuando Mia recibió el mensaje. Rápidamente tomamos nuestras cosas y le dimos un último adiós a nuestra antigua habitación.
- Creo que extrañare este lugar- comenta Mia con un tono nostálgico.
- Si, yo también- admití.
Antes de irme, no pude evitar mirar atrás y recordar todas las cosas que había vivido en este dormitorio. Recuerdo la vez que Hayden vino aquí y se tuvo que esconder en el armario para que mi madre no lo descubriera, o cuando recibí aquel hermoso vestido rojo que me compró para nuestra primera cita, o cuando empaqué algo de ropa para irme a vivir un tiempo con él. Ahora que lo pienso, la mudanza me entristeció más de lo que pensé. Una parte de mi sentía que estaba dejando atrás todos los bellos recuerdos que me quedaban, prácticamente sentía como si estuviese dejando ir a Hayden para siempre. En cuanto saliéramos de aquí, estaría dando el primer paso hacia un nuevo camino.

ESTÁS LEYENDO
Soy Tuyo (2)
Teen FictionDicen que el primer amor es la experiencia más importante e inolvidable que tendrás en tu vida, pero ¿Qué pasa cuando todo ha sido una mentira? Tessa jamás pensó que el amar tanto a alguien significaría ser consumida por el dolor más grande de su vi...