Soy Tuyo (2)

Capítulo 32

A la mañana siguiente, Hayden y yo nos levantamos muy temprano para salir a buscar todas las cosas que necesitábamos comprar para Salem. Decidió llevar la camioneta en caso de traer más bolsas de lo previsto, pero antes de ir a la tienda de mascotas, primero hicimos una parada en un café bastante pintoresco que estaba por la zona para desayunar. El lugar estaba diseñado de una forma rústica y estaba lleno de todo tipo de flores. Hayden ordenó un omelette de jamón y espinacas, en cambio yo elegí un bagel relleno de queso crema con salmón. Nos sentamos en una de las mesas pequeñas de madera que había en la terraza, disfrutando de nuestros alimentos mientras hablábamos de las nuevas opciones para nuestra casa. Terminando nuestro desayuno, fuimos directo a una de las mejores tiendas de mascotas. Hayden estaba tan entusiasmado que comenzó a tirar en el carro de compras todo tipo de ropa para gato. Tomó varios suéteres de muchos colores, algunos chalecos y diferentes collares. Por si eso no fuera poco, también agrego un arenero, diversos juguetes, una cama afelpada color gris, tres bolsas de alimento y dos tazones metálicos.

- ¿No crees que son demasiadas cosas?- pregunto asombrada.

- Para nada- contesta, poniendo más cosas en el carro.

- Por Dios, es un gato recién nacido y dudo mucho que vaya a necesitar la mayoría de cosas que tienes aquí.

- Nunca dudes de la extravagancia de los gatos- me da un toque en la nariz con su dedo índice.

Después de pasar por lo que parecieron horas, finalmente salimos de la tienda con ocho bolsas llenas de objetos innecesarios, a excepción del alimento, los tazones y la cama. No quise hacer notar el despilfarro de dinero puesto que Hayden se veía muy contento con todo lo que llevábamos, pero comienzo a creer que esto fue una muy mala idea.
Cuando llegamos a casa, guardamos todo lo que trajimos en el cuarto de lavado y seleccionamos las cosas que irían en nuestra habitación. Ambos decidimos que mientras Salem fuese un bebé dormiría con nosotros, teníamos que cuidarlo y estar al pendiente de que nada malo fuera a pasarle. Hayden colocó su cama a un lado de la nuestra, después sacó a Salem de la caja, tomándolo entre sus brazos y al depositarlo suavemente en el peludo colchón gris escuchamos un ligero ronroneo. Fue entonces cuando nos dimos cuenta que habíamos dado justo en el clavo con esa compra.

- Sabía que le gustaría- dice con orgullo.

Salem nos miraba de una forma tan tierna que podíamos percibir su agradecimiento.

- Es hora de comer, vayamos abajo a preparar algo y dejemos que duerma- me toma de la mano, llevándome fuera de la habitación.

Fuimos a la cocina y sacamos todos los ingredientes necesarios para hacer lasaña. Hayden siempre ha sido muy bueno preparando comida italiana y por alguna extraña razón quise que volviera a cocinarme. Empezamos haciendo las salsas, una de tomate y la otra de bechamel, seguido del guiso de la carne y por último ensamblamos todos los ingredientes. Primero una capa de salsa roja, en segundo lugar las plaquetas de pasta, después la carne, queso y salsa blanca, repetimos estos pasos hasta llegar al tope del molde de cristal y al terminar, Hayden procedió a llevarlo al horno. Esperamos cuarenta largos minutos a que estuviese lista nuestra comida, pero la demora valió la pena cuando dimos el primer bocado de nuestra lasaña. Durante toda la comida estuvimos hablando de como Hayden encontró trabajo en una editorial y cuales eras las diferencias y similitudes que habían en nuestros trabajos. Me alegró saber que ambos estábamos conformes con las personas con quienes trabajábamos y las cosas que teníamos que hacer. Estar en una editorial siempre ha sido el sueño de mi vida, me encanta todo lo relacionado con mi trabajo y espero algún día mostrar todas mis capacidades para tener más reconocimiento. El señor Paige me ha dado una gran oportunidad al darme el manuscrito de Daniel, en unos días más tengo que entregárselo y estoy bastante segura de que quedará satisfecho con mi trabajo.