Capítulo 27

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Al día siguiente, escuché mi despertador sonar a las ocho de la mañana. Muy alegre abrí los ojos y cubrí mi desnudez con la sábana blanca mientras me sentaba y admiraba al chico dormido y despeinado que tenía a mi lado. Ver a Hayden con los ojos cerrados y su boca entreabierta, soltando ligeros ronquidos, me hacía estremecerme de ternura. El día estaba empezando increíblemente bien hasta que caí en cuenta de una cosa, no tenía ropa para ponerme otra vez y me rehusaba a ir a la universidad con lo mismo que he estado usando estos dos días. Muy resignada a faltar a clases volví a acostarme en la cama soltando quejidos.

- ¿Qué pasa?- musita.

- Lo siento, no quería despertarte- le acaricio el hombro. -Es solo que he olvidado traer ropa y no puedo ir a la universidad vistiendo lo mismo.

Hayden comenzó a estirarse y a despejarse el sueño antes de volver a hablarme.

- No te preocupes, te he comprado algo de ropa porque sabía que la necesitarías- dice, levantándose de la cama.

Fue directo a su armario, sacando una bolsa y entregándomela en la mano. Me volví a sentar en la cama y cuando vi dentro de la bolsa me encontré con un vestido amarillo de tirantes con estampado floral, una chaqueta de mezclilla, un conjunto de ropa interior color blanco y unos zapatos de piso color cafés con un pequeño moño. Me sorprendí tanto al ver que Hayden conocía mi talla y mis gustos, creo que me ha estado prestando atención detalladamente desde que nos conocimos.

- ¿Te gusta?

- ¿Bromeas? ¡Me encanta!- suelto un chillido de la emoción.

Me levanté de la cama, saltando directamente a sus brazos para besarlo. No puedo creer el gran detalle que tuvo conmigo, me acaba de salvar de una gran vergüenza. Hayden me rodeo con los brazos de la cintura y me llevó hasta al cuarto de baño para tomar una ducha rápida antes de irnos. La ropa y zapatos me quedaron a la perfección, volví a agradecerle por el gesto y después de estar completamente listos, nos fuimos en la motocicleta para evitar el tráfico matutino y poder llegar más rápido. Pasamos quince minutos en el camino cuando por fin llegamos al campus, desenvolví mis brazos de su cuerpo y bajé de la moto, despidiéndome de él con un beso antes de dirigirme a mi primera clase. Mientras caminaba, pude darme cuenta de las miradas acusadoras que todos tenían sobre mí después de verme llegar con la persona que quiso destruirme en el pasado. Sabía que en algún momento tendría que soportar las habladurías y miradas de los estudiantes al darse cuenta de que Hayden y yo hemos vuelto a estar juntos, pero nunca pensé que sería así de incómodo. No quise darle tanta importancia y seguí caminando hacia mi clase.

- Pero miren quien llego- me detuvo una voz molesta y aguda.

Me volteé hacia una chica rubia que vestía medias de rejilla, shorts negros y una blusa color rosa fosforescente de manga corta, quien me estaba prácticamente esperando afuera del aula para atacarme. Esta vez no estaba sola, venía acompañada de dos chicas morenas y tres chicos, dos rubios y uno moreno, personas que nunca había visto en mi vida. Supuse que debían ser los íntimos amigos de Stacy.

- Damas y caballeros, les presento a la famosa Teresa Prescott- me señala de arriba abajo y todos empiezan a reírse. -Esta pobre chica no tiene autoestima, Hayden le ha hecho tanto daño y aun así sigue perdonándolo.

- Lo dice la chica que no tiene dignidad-murmure, desviando la mirada.

- ¿Disculpa?- inquiere y todos se quedan callados.

Tenía el presentimiento de que esto sería el inicio de una pelea si tomaba la terrible decisión de contestarle en frente de sus amigos y no estoy dispuesta a volver a ser el centro de atención de toda la universidad.

Soy Tuyo (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora