Capítulo 25

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Mi sorpresa vino cuando encontré la Range Rover negra estacionada en el parqueadero en lugar de la motocicleta. Hayden siempre ha preferido manejar la moto que la camioneta, solo la usaba cuando teníamos que ir a lugares sofisticados. No quise preguntar nada, pero mi cara de confusión era inocultable. Hayden abrió la puerta del copiloto caballerosamente para que subiera, y cuando lo hice, no tardó en cerrarla y pronto se unió a mí dentro del vehículo. Antes de poner en marcha al motor, encendió la radio, poniendo una canción desde su teléfono.

-    En el tiempo que estábamos separados escuché esta canción por accidente y en lo único que pude pensar fue en ti y en cómo decirte todo esto en persona- dijo, entrelazando los dedos de su mano derecha con los míos de mi mano izquierda.

La melodía empezó a sonar en un tono suave. Siendo sincera, no tenía ni idea de que canción era o quien la cantaba, pero se escuchaba bastante linda.

-    ¿Cómo se llama?- pregunté formando una sonrisa.

-    Surrender de Natalie Taylor- responde llevando mi mano izquierda a su boca, depositando un tierno beso.

Escuché con atención lo que la cantante estaba expresando en su canción y me di cuenta del porqué Hayden pensó en mí cuando la conoció por primera vez. El significado de todo lo que ella cantaba era sobre una ruptura y de como esperaba que algún día su amor volviera para rendirse nuevamente y volver a estar juntos. Me partía el corazón solo imaginarme a Hayden torturándose con esta canción mientras pensaba en todo lo que me hizo y deseando que volviera a su lado. Los dos hemos cometido errores y hemos tratado de dejarnos ir, pero simplemente fue imposible. Creo que al final ambos nos volvimos a rendir.
No tardamos más de diez minutos cuando llegamos a un parque y esto se estaba volviendo cada vez más misterioso. Hayden apaga la música al igual que el motor y comienza a quitarse el cinturón de seguridad.

-    Ammm... ¿Seguro que es aquí?- dije algo confundida, mirando por la ventana.

-    Si- responde con rapidez antes de salir.

No me tarde mucho en quitarme el cinturón y seguirlo afuera. Hayden abrió la cajuela y vi que dentro había una canasta de picnic y una manta gris con flecos alrededor. Tomó las dos cosas, cerró la cajuela y me dio la mano para empezar a caminar. Cruzamos por un pequeño puente arqueado hasta llegar a la hierba plana. Seguimos caminando varios minutos en silencio mientras admirábamos el paisaje lleno de árboles y flores silvestres de todos colores. No tengo ni idea de donde estamos, pero el parque era tranquilo y hermoso, no podía quejarme del lugar al que me había traído. Llegamos a uno de los sauces más grandes y Hayden comenzó a extender la manta debajo de las ramas del árbol para que estuviéramos en un lugar con sombra. Colocó la canasta encima de la manta y me extendió su mano derecha como invitación. Al tomarla, me ayudo a sentarme y cuando los dos estuvimos listos, abrió la canasta comenzando a desempacar y acomodar todo.

-    No soy muy bueno en estas cosas así que traje un poco de todo- señala la comida.

Delante de nosotros había dos jugos de naranja, un bote pequeño de mermelada de durazno, una bolsa con croissants, varios moldes de cristal que contenían fresas, uvas y cerezas, y por último dos bagels rellenos de queso crema, envueltos en fino papel blanco. No soy una persona que desayune demasiado, de hecho soy más de tomar un café y listo, pero claramente hoy haría una excepción. Hayden puso dos platos delante de nosotros, sacó los vasos de cristal y sirvió el jugo.

-    Gracias- dije, tomando la bebida.

Sirvió en nuestros platos un poco de todo y empezamos a disfrutar de nuestro desayuno tranquilamente. De vez en cuando hacíamos competencias sobre quién podía atrapar más uvas en el aire. A veces yo ganaba, pero él terminó por derrotarme.

Soy Tuyo (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora