Era él. Sus ojos azules, su cabello negro, su cuerpo musculoso y tatuado, estaban igual o incluso más atractivo desde la última vez que lo vi. Mi corazón iba a mil por hora, no sentía los brazos ni las piernas y estaba segura que en cualquier momento caería al suelo como la copa de cristal, tenía tantas ganas de llorar y gritar, pero también quería correr hacia él y besarlo desesperadamente. Este encuentro inesperado está haciendo que todo me dé vueltas y sienta ganas de vomitar, ya que no me sentía lista para volverlo a ver tan pronto, solo ha pasado una semana desde que descubrí su engaño pero aún me sentía triste y dolida. Ahora que lo tengo de frente es momento de descubrir que sentimiento es más fuerte, el amor o el odio.
- Hay...Hayden ¿Qué haces aquí?- ni siquiera podía hablar, se me cortaba la voz cada vez que quería decir algo. – ¿Acaso estás siguiéndome?
- ¡Que! ¡Claro que no, yo sería incapaz de hacer algo así!- refuta molesto.
- Te creía incapaz de muchas cosas pero sigues sorprendiéndome- ataco sin pensarlo dos veces.
Era cierto, ahora ya no sé quién es el hombre que estaba parado frente a mí, es un completo desconocido. Yo creí saber quién era cuando en realidad solo tenía una máscara para ocultar su verdadera identidad.
- ¿Tessa podemos hablar?- pide acercándose a mí.
¿Hablar? ¿De qué quería hablar? ¿No nos hemos dicho todo? Creo que hablar con él sería volver a caer en su juego y después de todo lo que paso ya no puedo confiar en él, ya no sé qué podrá ser verdad o que podrá ser mentira.
- Por favor no te acerques- imploro dando un paso hacia atrás.
- Tess te lo suplico- insiste y esta vez se acerca aún más.
- ¡Hayden para!- lo detengo poniendo una mano enfrente de él. –No quiero ¿oíste? No quiero hablar contigo y no quiero volver a verte, así que por favor solo...solo desaparece de mi vida.
Lo había herido, se veía en sus ojos la tristeza y la derrota que sentía por haberle dicho lo que sentía de la forma más insensible, durante un breve momento me sentí mal por la forma en la que había dicho las cosas hasta que recordé que él no tuvo ningún tacto ni remordimiento cuando planificó su venganza y al conocerme ponerla en marcha.
- Pero qué rayos está... ¡Por Dios Hayden!- suelta Mia sorprendida al notar su presencia.
Mis amigos estaban igual de petrificados que yo, no podíamos creer que entre todos los lugares que hay en California justamente nos encontráramos aquí en Santa Mónica. No sé si Mia y Josh piensen que esto es coincidencia, pero definitivamente yo no lo creo.
- Vaya, vaya pero miren quien está aquí- dice una voz chillante detrás de mí.
MALDITA SEA.
- Esto sí que es una gran sorpresa-dice Stacy con una gran sonrisa. –Hayden, cariño ¿Por qué no me dijiste que nuestros amigos vendrían?
En cuanto Stacy dijo la palabra "cariño" mis ojos llorosos se encontraron con los de Hayden, parecía nervioso y asustado por la elección de palabras de su acompañante, sabía que quería explicarme todo lo que estaba pasando pero simplemente no tuvo el valor.
- ¿Qué hacen ustedes aquí?- pregunta Josh.
- Bueno, en unos días será mi cumpleaños y mis padres organizaron un viaje a Nueva Zelanda por ello- explica sin quitar su enorme y estúpida sonrisa. –Así que decidí empezar a celebrar con Hayden unos días antes de mi viaje ¿verdad cariño?
Esto era demasiado, incluso para mí. Tal vez este era otro plan de Hayden para humillarme, pero esta vez no caería en su trampa y mucho menos dejaría que este encuentro me afectara. He venido aquí a pasar unos días de paz y tranquilidad con mis amigos y no estaba dispuesta a renunciar a mi estabilidad emocional solo porque Hayden apareció de nuevo después de varios días sin dirigirnos ni una palabra. Creo que verlo al lado de Stacy será bueno para mí, eso me ayudara a olvidar la remota idea de hablar con él o de permitir que se me acerque tan siquiera.
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Soy Tuyo (2)
Ficção AdolescenteDicen que el primer amor es la experiencia más importante e inolvidable que tendrás en tu vida, pero ¿Qué pasa cuando todo ha sido una mentira? Tessa jamás pensó que el amar tanto a alguien significaría ser consumida por el dolor más grande de su vi...