Después de firmar mi contrato y de escuchar la cantidad de mí salario fui directamente hacia mi oficina para agendar varias citas a las cuales el señor Paige debía asistir y al terminar continúe echándole un ojo a varios prospectos de manuscritos de ficción que tenía pendientes. No me di cuenta en que momento llegó la hora de mi salida, pasaban de las seis de la tarde y ni siquiera había comido algo. Decidí dejar todo en orden y solo llevarme el manuscrito que no pude parar de leer toda la tarde para seguir leyéndolo en mi dormitorio. Guarde y limpie mi oficina, tome mi bolso y me dirigí hacia la oficina de Josh para irnos juntos al campus, ya que ambos habíamos recibido una llamada de Mia diciéndonos que tenía algo muy importante que decirnos y le urgía vernos. Baje al primer piso y toque la puerta que tenía el nombre de Joshua Davis.
- Hola ¿listo para irnos?- pregunto recargada en la puerta.
- Dame un momento, tengo que asegurarme de que el diseño sea el correcto y que la imprenta vaya bien- responde mirando su laptop.
- Puedo preguntar ¿Cuál es tu trabajo?
Para estar en una oficina en el primer piso, el trabajo de Josh parecía bastante importante.
- Soy el director general y el coordinador de la imprenta de libros cariño- confiesa dedicándome una rápida sonrisa antes de volver a sus asuntos. –He estado involucrado en esta editorial desde los ocho años, mi abuelo me enseñó a manejar esta empresa y fue él quien me puso a cargo de los diseños y la imprenta cuando cumplí diecisiete. Mis padres podrán ser los dueños del lugar, pero ningún libro se publica sin mi revisión.
- Vaya- digo asombrada.
Miré a Josh hacer unos ajustes al diseño para la portada de un libro agregándole notas y reenviándosela al encargado, después hizo una llamada al departamento de imprenta para asegurarse de que todo estuviera saliendo de la mejor manera posible.
- Bueno cariño, vámonos- Josh tomó rápidamente sus cosas antes de reunirse junto a mí. –Si no llegamos en diez minutos Mia nos cortará en pedacitos.
Nos dirigimos rápidamente al estacionamiento donde se encontraba el Jeep negro de Josh y nos dispusimos a ir directamente a los dormitorios del campus. El trayecto no fue largo, después de seis canciones de Katy Perry, dos semáforos en rojo y una parada por un batido de mango ya estábamos de vuelta. Inserte la llave lo más rápido que pude en el cerrojo y abrí la puerta antes de que a Mia le diera un infarto.
- ¡Se puede saber dónde diablos estaban! Los he estado esperando veinte minutos- nos regaña.
- Lo sentimos Mia, moríamos de hambre y hemos pasado por un batido de mango- respondo tratando de aligerar la situación. –Te hemos traído uno también.
Se quedó mirándonos con recelo por unos minutos antes de aceptar la bebida.
- Está bien, los perdono- Josh y yo sonreímos al mismo tiempo. –Nada más porque me han traído mi favorito.
Batido de frutos rojos, ese nunca falla. Cada vez que Mia estaba de malas ese batido era la única solución a todos su problemas, es por ello que sabíamos que si le comprábamos esa bebida nos perdonaría de inmediato.
- ¿Y bien? ¿Qué querías decirnos con tanta urgencia?- le recuerda Josh.
- Bueno, los necesitaba hace veinte minutos pero como no estuvieron puntuales decidí hacerme cargo yo misma- responde tomando un sorbo de su batido.
Al escuchar eso, mi mirada se reunió con la de Josh y ambos portábamos una gran expresión de confusión.
- ¿Podrías ser más específica?- añado.
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Soy Tuyo (2)
Подростковая литератураDicen que el primer amor es la experiencia más importante e inolvidable que tendrás en tu vida, pero ¿Qué pasa cuando todo ha sido una mentira? Tessa jamás pensó que el amar tanto a alguien significaría ser consumida por el dolor más grande de su vi...