Estaba con mi corazón latiendo a mil por hora y se que ella estaba igual, sus rostro mostraba sorpresa y ya no podía seguir ocultando el amor que sentía por su alma, por su piel y por sus besos, pues fueron ellos que me confirmaron que estaba loco por ella.
—Debemos irnos—la sostuve del brazo y me disculpé con ellos.
Salí de la casa dejando atrás todo y llevándola de mi mano con su postura atónita y pérdida, era como si aún no entendía lo que estaba pasando pero solo nos subimos al auto y conduje lo más rápido que pude hasta nuestro hogar, de todas formas no vivíamos tan lejos. Ella estaba aún si decirme nada así que baje y fue hasta su lado para nuevamente tomarla de la mano.
Al entrar cambio un poco su semblante, ella vio el camino de las velas y los pétalos de rosa estaba más sorprendida que al principio, pero se dibujo una sonrisa en su rostro.
—¿Qué es esto?—la voltee hacia mi sorprendida
—Se que ya estamos casados y has roto todas las reglas que te impuse. Pero lo único que deseo ahora es que te casas de nuevo conmigo, sin ceremonias, sin invitados... solo di que aceptas...pero esta vez de verdad—toque su rostro rosado y una lagrima indiscreta salió
—Tu, ¿En serio me amas?—pregunto con poco aliento.
—Te amo, te amo mucho— acaricie su mejilla despacio para podernos sentir
—Esperaste mucha para decírmelo...y si, aceptó! — sonrió.
—Ya no digas nada— la aferré a la pared besándola con más fuerza.
—¡Te amo, te amo...! —respondió
—Te voy a hacer el amor como nadie te lo ha hecho— la lleve hasta mi cuarto.
Mis manos buscaban el cierre de su vestido con urgencia, quería eliminar las prendas de ropa de la escena la suyas también buscaban ágil quitarme la camisa y con la ganas que tenía la ayude arrancándola de un tirón, no me importaba eso ahora, solo quería hacerla mía. Su cuerpo era perfecto y sensual estaba acabando con mi cordura, nos quedamos únicamente con ropa interior y fui retrocediendo con ella hasta la cama. Cuando estuve en el borde la lance contra la sábanas y me acomode encima de ella para atacar sus labios que ya tenían un intenso color rojo, mi boca la quería devorarla, la necesitaba tanto que no podía alejarme, aunque ella lo hizo un poco.
—Espera... — dijo con su respiración acelerada.
—No, no voy a detenerme—apreté sus brazos el cama —Te he deseado durante todo este tiempo, espere por este momento un año, no voy a detenerme ahora.
—Bueno, tú me dejaste con ganas la última vez— susurro sobre mis labios.
—De eso hablamos después— pase mi lengua en su boca provocándola— Solo déjame tocarte y luego reclama lo que quieras.
Continúe con el beso salvaje y me deseo de poseerla, mi lengua se enroscó en su miembro bucal haciendo que todo sea más intenso y apasionado. Baje mi labios al mismo ritmo intenso dejando huellas por su cuerpo hasta llegar a la parte baja de su abdomen, donde me tomé un momento para acariciar su zona sensible, haciendo que su gemido aumentará, convirtiéndose en mi sonido favorito; aproveche que estaba desprevenida para quitarle por completo las últimas dos prendas y abrí sus piernas para poderme introducir en ella.
Ella mordía su labio esperando a que lo hiciera y para hacerla sufrir un poco pasaba mi sexo sobre el suyo haciéndola estremecer.
—Ahhhhhh ¡Hazlo ya!— suplico desesperada.
Sostuve mi miembro y lo acomodé cuidadosamente al de Elizabeth para poder meterme, percibí que ella ya lo sentía hasta que finalmente estuvo todo dentro, mis embestidas eran lentas y aprovechaba ese ritmo para morder su carnosos labios y controlarme para en un momento inesperado agilizar mis movimientos, lo hice, apretando el cabezal de la cama para darme más impulso, ella gritaba excitada y totalmente húmeda disfrutando de mi como yo de ella, parecía una bestia descontrolada y es que era la necesidad de seguir así la que me impedía detenerme, todas mis ganas reprimidas se dispararon para tener el sexo más salvaje que había tenido en la vida.
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¡Me Enamoré De Mi Esposo!
RomanceUna mujer de 27 años, administradora de una gran empresa, con un buen estatus social; es la prometida de un importante hombre de origen asiático muy guapo alto y trilingüe. Todo parece maravilloso, y el pronto matrimonio de la pareja alegra los cor...