Capítulo 11

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Estaba a escaso centímetros de su rostro y sentía como se mezclaba su respiración junto a la mía, percibí sus labios rozarse despacio y justo en el momento que abrí mi boca para acoplarlos mejor sonó el teléfono haciendo girar de inmediato. Me levanté de golpe y fui a contestarlo dejandola ahí sentada en el mismo lugar

Mi madre llamo preguntando por Elizabeth, dijo que quería hablar conmigo y con ella el día de mañana así que tendríamos que ir temprano. Colgué la llamada y nos envolvió un incómodo silencio que no podiamos cambiar porque no se nos ocurría nada

—Mamá me llamo y dice que ...tiene que hablar con ambos — hablé.

—Si, esta bien— se levantó desconcertada.

Fue a la cocina y yo a mi habitación me sentiría mejor si no la veo al menos por el día de hoy ya que bastante habíamos tenido

Temprano en la mañana escuché que ella salió en su auto hacia el centro comercial, debía hacer las compras ya que nos turnabamos y hoy era domingo. Decidí hacer el almuerzo para esperarla, escuché la puerta sonar y supuse que no era ella ya que tenía llaves, me acerqué y abrí la puerta para llevarme una gran sorpresa.

—Hola Andrew— dijo Ana.

—¿Podemos hablar? — preguntó.

—Claro, Elizabeth no está, pasa ...— me hice a un lado para que ingresara.

—Gracias por permitirme hablar contigo — sonrió.

—Ella puede venir en cualquier momento y sabes que no les gusta tu presencia — le advertí.

—Te importa mucho lo que ella piense de ti según veo —hablo con desdén.

—Ana, por favor ...¿A que viniste? — pregunté irritado.

—No me buscaste, ¿en serio quieres que todo esto termine por culpa de ella? Yo te amo con mi vida entera— se acercó.

—Fuiste tú quien la insulto, Ana tú sabes que odio las injusticias, si te disculpas con ella...—

—Yo no me voy a disculpar con esa vieja y mucho menos con esa mosca muerta que tiene por hija — alzó su voz sin dejarme terminar.

—Entonces no tienes nada que hacer aquí. Mejor vete antes de que pierda la paciencia — abrí la puerta — Por favor vete de mi casa ahora.

—Veo que ella te lavo el cerebro conmigo y estas a la defensiva — camino hacia mi lentamente mientras respiraba profundo— No voy a disculparme y si realmente este es el final, que así sea. No haré nada más para estar a tu lado.

Se marchó sin decir más y yo cerré la puerta con fuerza, me sentía mal por ella yo solo esperaba que hiciera lo correcto y sinceramente en estos momentos prefería estar solo ya que me sentía muy confundido.

Narra Elizabeth.

Llegué al centro comercial para hacer el mercado de la semana, compré comida y cereales, yogurt y todo lo demás. Desde la última vez que tuve el inconveniente con Miguel no había hecho postres, decidí dejarlos de un lado pero hoy sería diferente así que lleve los materiales que me faltaban y algunos bombones para el camino.

Fui hasta la caja y espere en la fila mientras veía una revista, concentrada en ella no me percate en la persona que se posó detrás de mi tocando mi cintura, sobresalté y volteé para ver de quién se trataba.

—Hola guapa— dijo con una dulce voz Miguel.

—Que sorpresa...¿Que haces aquí? No sabia que estabas cerca — baje la revista.

¡Me Enamoré De Mi Esposo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora