Capítulo 9.

24 0 0
                                    

Verla desafiante era estúpido, tenía entendido que ella me odiaba pero su enojo hacia mí siempre había sido absurdo, sabía que entre ambos no había amor aunque ahora yo no estaba segura de eso y esbque de tosas formas su actuar me incomodava y sobre todo me molestaba.

—¿Por qué no autorizas la cirugía? ¡¿Que pasa contigo?! — me acerqué.

—Porque no me parece pertinente aun intervenirla si la podemos estabilizar— se encogió de hombros.

—¡Es mi madre! — dije atónita y molesta.

Llegó uno de ellos doctores que estaban atendiendo a mi madre y le pidió urgente que habilitará la cirugía, mi madre estaba en un caso crítico. Finalmente al ver la reacción del medioco no tuvo otra opción y accedió pero era riesgoso debido a que se habían tardado mucho en tomar la decisión.

Llegó a los pocos minutos Andrew para saber sobre la situación de mi madre, converso con mi padre y yo no quería hablar con nadie, solo esperaba que algun doctor saliera u  me diera una respuesta favorable para poder estar mas tranquila.

Las horas pasaban y nadie decía nada solo veía pasar a la enfermeras pero ninguna se detenía para darnos algún tipo de información solo apresuradas llevaban su utensilios.

—Eli— se acercó andrew— Ve a la cafetería y come algo, necesitas estár fuerte para poder ver a tu madre.

—No quiero nada —suspire.

—Me quedaré aquí y si sale la enfermera te llamaré, lo prometo— tocó mi hombro.

—No, no quiero irme de aquí — agachó la cabeza.

—Esta bien, pero iré a la cafetería y traeré algo para ti ¿Ok? — cambio su trato y yo asentí.

Se alejó de mi mientras yo no hacía más que pensar en mamá, mi padre también estaba desesperado y sería ilógico pedirle que se fuera a descansar a casa. Andrew volvió con café y sanduches para los dos, así que tuvimos inevitablemente que comer.

Una hora más pasó hasta que por fin a lo lejos vimos como el doctor encargado de la operación se acercaba hacia nosotros, obviamente lo rodeamos para saber acerca del estado de mi madre.

—¡¿Como esta doctor?! —dije.

—Ella salió bien de la operación, pero aún no reacciona. Mañana veremos mejor la situación. — informó con una sonrisa.

—¿Mañana? O sea están esperando a que reaccione ¡¿pero si no lo hace tendremos que quedarnos cruzados de brazos?! — reproche.

—Elizabeth sé que estás preocupada, pero el doctor soy yo y te aseguro que va a despertar, necesitas tener fe— me habló con firmeza.

—¿Tendria fe si está situación la pasará su madre?— lo enfrente.

—Tendria fe en mi, hice todo lo que humanamente puedo hacer, pero si crees que no es suficiente puedes ir con otro doctor. —sugirio enojado.

—Lo siento, Esta bien — trate de calmarme.

—Con permiso — se alejó.

Realmente habia sido injusta y seguramente era por toda la presión del momento.

—Hija yo me quedaré aquí, ve con tu esposo y descansa, no hacemos nada todos en el mismo lugar— me abrazó.

—Papá no, mejor ve tú a descansar —sugeri.

—Ya dije que yo me quedaré, soy su esposo— me reprochó haciéndome entrar en razón.

—Esta bien, mañana vendré — besé su mejilla. 

¡Me Enamoré De Mi Esposo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora