Amores que matan (Finalizada)

Celos Y Mentiras

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Bajé las escaleras y me detuve en la estancia, Sarada estaba haciendo tarea en la mesa de centro en la sala muy concentrada pero cuándo fijó su vista en mi por poco se le caen los lentes del asombro, llevaba un vestido de terciopelo azul marino entallado que llegaba hasta mis rodillas, con un ligero escote en "v" a media espalda y por el frente cuello redondo y manga larga, mi melena rosada muy bien arreglada y unos zapatos altos en color negro.

—Mamá... Te ves hermosa— Dijo después de levantarse del suelo y caminar hacia mi con la boca abierta.

—¿Tú crees? Siento que es muy atrevido— Me miré de la cadera para abajo en ambos lados buscando algo malo en el vestido.

—Para nada, luces preciosa... Dejarás a todos babeando en la conferencia.

—Es lo que menos quiero, no quiero llamar la atención de ningún hombre— Tomé mi bolso sobre el sofá y me giré para ver a Sarada, noté que mi pequeña mujercita miraba el suelo con cierta tristeza.

—¿Te pasa algo hija?— Levanté su rostro con mis dedos forzando que su vista se cruzara con la mía.

—Mamá... Mereces ser feliz, si papá no va a volver no es justo que te quedes sola, eres una mujer muy valiosa y bella, sé que puedes rehacer tu vida fácilmente, no te detengas por mi.

Las palabras de mi hija lograron romper algo dentro de mi, definitivamente creía que Sasuke nos había abandonado cuándo era todo lo contrario, exponía su pellejo por el bien de nuestra familia y el de todo un país, tenía tantas ganas de decirle que ésto terminaría pronto y que su padre estaba de vuelta aunque sea por unos días, pero ésto era algo que debía hablar con mi esposo antes de decir nada, tomé la mano de mi hija y la lleve hasta el sofá para sentarme junto a ella.

—Sarada, tu papá y yo no estamos divorciados ni nada por el estilo, él está en una mision muy importante por el bien del país y de nosotras, pediré a Yurio el día de mañana y te prometo que  te explicaré todo, eres una niña muy inteligente y creo que es momento de que te enteres de la verdad— Acaricié su cabello en el momento que los ojos negros me miraban con duda.

—¿Es algo malo?— Preguntó con miedo tomando mi mano para repegarla más a su mejilla.

—No Sarada, al contrario, es algo muy bueno, ten paciencia y mañana hablamos— Dije para después escuchar que llamaban a la puerta mientras que mi niña reflejaba esperanza en su bella carita.

—Ya llegó Yurio por mi, termina la tarea y duérmete en seguida, no quiero que te duermas tarde, de cualquier manera yo no tardo en regresar— Me levanté del sofá y dije a mi hija mientras me encaminaba la puerta.

—Vete tranquila y diviértete— Decía Sarada levantándose del sofá y haciendo un ademán en son de despedida.

Abrí la puerta y me tope con Yurio de frente, me miró desde la cabeza hasta los pies impactado por mi apariencia, mi jefe vestía un traje también en color azul marino, con corbata roja y camisa blanca, se veía realmente bien.

—Sakura... Estás bellísima— Me miró de nuevo de arriba a abajo y me extendió su mano para que yo la tomara.

—Gracias Yurio, tú también luces muy bien— Dije tratando de sonar lo más natural posible, después de que Sasuke me dijera que mi jefe era el contacto de Kaguya sentía algo de desconfianza hacia él.

Me enfermaba saber que Yurio era el cómplice de Kaguya, creía que era un hombre admirable pero todo era una máscara, me daba repulsión el sólo estar a su lado pero tenía que ser prudente y ayudar a Sasuke a detener esta mafia.