Ajuste De Cuentas

1K 73 16
                                    

🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸 🌸

Llegué al hotel y al caminar hacia el ascensor vi la silueta de una mujer de cabellos largos blancos sentada en la barra del bar, me acerqué a él lugar con curiosidad y llegué hasta ella para sentarme a su lado.

—¿No crees que es muy temprano para que estés bebiendo Kaguya?— Me senté en el banco con mi espalda y codos recargados en la barra mirándola naturalmente.

—Estoy celebrando— Dio un trago a su bebida y pidió al mesero otro whisky con una seña —Y quiero que tú también celebres conmigo.

—¿A qué se debe una celebración a las once de la mañana?—Dije recibiendo con extrañeza el whisky que me ofrecía el mesero sin apartar la mirada de mi jefa.

Kaguya puso firme su cuerpo acomodando su blanco cabello hacia atrás con ayuda de su mano y con la otra alzó su vaso frente a mi.

—Brindo por ti, por el maravilloso futuro que te espera— Alcé mi vaso de la misma manera con una mirada seria hacia mi jefa —¡Salud!.

Un sonido agudo se escuchó gracias al choque de los finos vasos de vidrio con líquido moviéndose dentro de ellos, di un trago al whisky sin dispegar los ojos de mi jefa.

Su mirada era diferente a otros días, últimamente la había notado demasiado extraña pero no encontraba el porqué y eso comenzaba a preocuparme.

—Bien, me tengo que ir— Kaguya se levantó de su asiento quitando su mirar de mis ojos.

—Vamos.

—No, iré a mi habitación a descansar un poco, tenemos una reunión con el líder de Akatsuki más tarde— Sentí un nudo en el estómago al escuchar lo que había dicho mi jefa y regresé mi cuerpo a mi asiento —Puedes quedarte aquí disfrutando del bar, te veré más tarde en mi habitación para darte indicaciones.

De nuevo no respondí quedando sentado sobre el banco y vi cómo se perdía mi jefa entre la gente del bar alejándose del lugar, pedí un whisky más y lo bebí de un trago para después ponerme de pie y salir del hotel.

Necesitaba hablar con el presidente de Japón con urgencia, Naruto necesitaba tener un informe renovado de todo mi trabajo con Kaguya.

El comportamiento de mi jefa me hacia tener un mal presentimiento pero con la reunión que estaba acordada con el líder de Akatsuki sentía que estábamos a un paso de terminar con éste infierno.

Tomé un taxi y llegué hasta el palacio Akasaka de Japón, después de un largo protocolo de entrada me dieron acceso para entrar a la oficina del presidente.

Entré a una oficina con un escritorio al fondo y pude reconocer de inmediato al tarado de mi amigo, Naruto tenía sus manos cruzadas sobre su escritorio y un semblante tranquilo transmitía su rostro.

—Teme, ¿Cuántos años sin verte?— Naruto sonrió de manera irónica contagiando en mí una sonrisa igual.

—No es nada agradable para mi verte de nuevo, Dobe.

Naruto se levantó de su acolchonada silla para ponerse frente a mi, los ojos azules se cruzaron con los negros con la rivalidad que siempre existía en ellos, una sonrisa de lado apareció en los labios de Naruto y en los míos apareció otra.

Extendí mi mano hacia él y su mirada bajó hasta ella, la tomó con fuerza y me jaló a su cuerpo para darnos un fuerte abrazo, dio unas palmadas en mi espalda y tuve que cortar el abrazo después de muchos segundos de estar  aprisionado a su cuerpo.

La verdad era que me daba gusto dar ver a mi amigo después de muchos años sin vernos, siempre nos comunicabamos por teléfono o por su extrema vigilancia al inicio de la misión, pero me hacía falta un abrazo de mi amigo aunque no lo demostrara.

Amores que matan (Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora