Amores que matan (Finalizada)

Se Me Va La Vida

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—No... No es lo que crees— Bajé mi cuerpo rápidamente al suelo para tomar la prueba de embarazo pero su mano había llegado primero.

—Sakura... Estas embarazada— Sus ojos se postraron en la ventanilla llenos de asombro y desconsuelo pero una de mis manos arrebató la prueba —¿Porqué me lo ocultaste? Se supone que somos amigas.

Mis pupilas clavadas en el suelo formaban tristeza y comenzaban a cristalizarse por no poder hablar con Ino sobre la misión de Sasuke, mis ojos cristalinos se fijaron en los azules llorosos y mi cuerpo se abalanzó al suyo para abrazarla con fuerza.

—Ino, no puedo decirte mucho, la vida de mi familia estaría en peligro pero solo puedo asegurarte una cosa— Me separé de su cuerpo y la tomé de los hombros con decisión —Éste hijo que espero es de mi esposo.

La mujer de ojos azul celeste expandió sus ojos como platos y sus labios temblaban por el habla.

—¿Pe... Pero cómo?— Solté su cuerpo y me recargué en mi escritorio soltando un suspiro.

—Tiene poco que Sasuke a regresó a Japón pero sigue de encubierto, en más de una ocasión tuvimos intimidad y cómo hacía años que dejé los anticonceptivos quedé en cinta fácilmente, jamás se me cruzó por la cabeza que debía cuidarme.

Mi amiga se puso al lado mío en la misma posición, llevó su mano hasta su barbilla y sus ojos se clavaron en mi perfil.

—Y... ¿Qué piensas hacer?

—No lo sé, me muero de ganas de gritar a los cuatro vientos que estoy embarazada del hombre que amo pero eso nos traería problemas, tampoco se lo quiero decir a Sasuke, podría confundirlo y actuaría de manera errónea en la misión, conociéndolo hará lo posible para que todo ésto acabe y no terminará bien— Levanté mi rostro para ver el techo y soltar un gran suspiro de nuevo.

—Solo encuentro una solución a todo ésto— Ino se reincorporó y se puso frente a mi con un semblante serio captando toda mi atención —Tienes que irte con Sarada a otro lugar.

—¡¿Qué?!— Mi cuerpo reaccionó con sorpresa acortando la distancia entre las dos —No, no puedo irme.

—Es la única forma Sakura, si alguien se entera que estas embarazada no solo quedaría tu reputación por los suelos, sino que también levantarías sospechas.

Mi cerebro trabajaba rápido procesando las palabras dichas por mi amiga, en el fondo sabía que la Yamanaka tenía razón pero si me iba de Konoha ya no vería a mi esposo de manera clandestina y eso me dolía, de menos estando en mi casa venía en la primera oportunidad que tenía pero a fin de cuentas, mi amiga tenía razón.

Asentí con la cabeza para darle entender a Ino que sabía lo que tenía que hacer cuándo la presencia de mi jefe con sus ojos fijados en la prueba sobre mis manos me hizo apartar la vista de mi amiga.

—Yurio— Miré con sorpresa al rubio de ojos verdes y después me dirigí a mi amiga —Ehh... Ino, te espero mañana para hacerte la prueba de sangre y estar más seguras.

—Ahh... Si, aquí estaré mañana— Entendió la indirecta y su cuerpo se giró con lentitud para salir del consultorio.

Los ojos verde limón miraron a la rubia salir por la puerta con una mirada altanera, una última mirada llena de angustia acompañada de un movimiento de labios en silencio me decía que tuviera cuidado, yo sólo sonreí en respuesta a que había captado el mensaje y di la vuelta para dar la espalda a Yurio.

—Y ¿Cuántos meses tiene tu amiga de gestación?— Dijo cerrando la puerta con seguro en el picaporte y caminando para quedar detrás de mí.

—No lo sé con exactitud, mañana se hará la prueba de sangre y lo sabremos— Tiré la prueba al cesto de basura y tomé mi bolso sobre mi escritorio.