Amores que matan (Finalizada)

Prólogo

Amores que matan

🌸Prólogo

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Un día hermoso y soleado yacía sobre las afueras de la ventana de mi recámara, parecía un día cualquiera pero no lo era, hoy mi pequeña Sarada cumplía ocho años, mi dulce niña ya dejaba de creer en los cuentos de hadas conforme crecía, su interés por la astronomía y la vida más allá de nuestro planeta comenzaba a hacerse presente, su cumpleaños tenía que salir perfecto, logré invitar a sus amigos del colegio a la fiesta sorpresa que le tenía preparada, el techo estaría adornado de preciosas estrellas luminosas colgando de él, un delicioso pastel en la mesa, sus amigos y familia estaríamos ahí para ella en este día tan importante.

—¡Sarada, se te hace tarde para ir al colegio!— Grité desde las escaleras de la casa como fiel costumbre desde hace años.

—¡Ya voy mamá!— La pequeña pero grande niñita respondido desde su habitación.

—¿A que hora comenzará todo?— Preguntó en voz baja mi sexy marido.

—A las 5:00... Por favor, no llegues tarde hoy cariño— Extendí mi mano y le entregué el almuerzo para el trabajo.

—Haré lo que pueda, Naruto dijo que tenía que hablar conmigo de algo importante, pero no creo demorar mucho, trataré de llegar temprano— Bajó hasta mi altura para poder besar mis labios rosas despacio, sin prisa

—¡Ahh... Ya se están besando otra vez! — Una pequeña de cabello negro crespo y ojos del mismo color bajó de las escaleras y se burlo del gesto de amor que nos brindábamos su padre y yo.

—Es mi esposo ¿Que esperabas?— Dije mientras una sonrisa burlona se formó en mi rostro.

—Yo nunca me voy a besar con nadie ¡Que asco!— Sarada cerro un ojo e hizo una mueca de desagrado al responder mi comentario.

—Bien dicho mi niña, ahora vámonos a la escuela, se nos hace tarde— Respondió mi esposo mientras abría la puerta de nuestra casa y salía de ella.

—Te veo al rato mamá— Salió Sarada detrás de su padre dirigiéndose al auto haciéndome un ademán con la mano en son de adiós.

Parada en la puerta respondí el ademán viéndolos alejarse en el camino, mi pequeña era demasiado inteligente, pero se le había olvidado por completo que hoy era su cumpleaños, estaba tan ocupada leyendo libros de astronomía y viendo documentales en la computadora que su mente no hacía pensar más que en eso, decidí no recordarle nada, así seria mayor su sorpresa cuando viera la pequeña fiesta que había preparado para ella.

Después de hacer los quehaceres de mi casa, salí al mercado para comprar lo que necesitaba para la comida de hoy, quedé de verme con mis mejores amigas, Ino y Hinata estaban esperándome en las puertas del mercado.

—Perdón... Llegué tarde— Con el bofe en la garganta por la premura de llegar pronto salude a mis amigas de beso en la mejilla.

—No te preocupes, casi acabamos de llegar— Dijo Hinata mientras respondía a mi beso.

—Tranquila frentona, no es para tanto— Mi mejor amiga Ino me abrazo y contestó mi saludo con otro beso.

—Cerda, ¡Anda ya! Antes de que se acabe todo—

Caminamos por todo el mercado comprando las provisiones para la fiesta de Sarada, después de comprar el pastel y la comida nos fuimos directamente para decorar mi casa con estrellas y constelaciones en la terraza, mi madre pasaría por Sarada después del colegio para llevarla a su casa y así tener suficiente tiempo para organizar su pequeña fiesta tranquilamente.