El Retorno

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...~Sarada~...

Resiento la ausencia de mi padre pero aún más la de mi madre, sé que trabaja porque necesita despejar su mente y me alegra verla contenta ejerciendo su profesión porque cuando está en casa solo se acuerda de papá, para ella no es fácil lidiar conmigo sola, a veces suelo ser demasiado indulgente con ella, me porto grosera y digo comentarios hirientes, no es mi intención lastimarla, solo quiero saber dónde esta papá y por qué no vuelve a casa, pero cuándo hago preguntas sobre él se queda en silencio, yo sé que papá tiene un trabajo importante que hacer pero ya son muchos años los que hemos estado separados, hay algo que mamá no me cuenta y eso me abruma, tal vez mi papá nos dejó para siempre y solo lo está cubriendo para que yo no sufra, pero sufro más si no me dice la verdad.

Mi mamá es muy joven y bella, sé que puede conseguirse un buen hombre aunque mi sueño es que regrese con mi papá.

Ya casi era la hora de la comida, hoy era el día libre de mi mamá en el hospital y ella estaba en el patio trasero cogiendo la ropa seca, había terminado mi tarea y cuándo quise salir de mi habitación para ayudarla sonó mi móvil con una llamada de Boruto.

[ LLAMADA]

-¿Qué pasa Boruto?

-Sarada... No podremos hacer la tarea en equipo mañana, el tonto de mi papá dijo que iríamos con el abuelo para visitarlo.

-Esta bien Boruto, le diré a Mitsuki que pospondremos el trabajo un día más.

-Gracias Sarada, te debo una.

-Boruto ¿Por qué le dices tonto a tu papá?

-Por qué lo es, nunca está con nosotros y cuándo llega a casa siempre tenemos que ir con el abuelo. Te dejo Sarada me están esperando...

Bip... Bip... Bip...

[FIN DE LA LLAMADA]

-Al menos tú puedes verlo de vez en cuando- Dije en un susurro para luego aventar mi celular a la cama.

Bajé las escaleras con las palabras de Boruto resonando en mi cabeza, mientras el maldecia estar con su padre yo suplicaba por verlo una sola vez, al bajar por completo las escaleras mi cuerpo se detuvo en la estancia, tomé la foto familiar que nos habíamos tomado hace algunos años y mis ojos comenzaron a inundarse, necesitaba saber que era de él, si papá y mamá seguían juntos o se habían divorciado, necesitaba despejar las dudas de mi cabeza ya.

Llegué al patio trasero donde mi madre doblaba las sábanas limpias de nuestras camas, se le podía notar un cansancio enorme a causa del trabajo, vi cómo llevaba su mano hasta su frente masajeando su cien, una sábana extendida en el tendedero nos dividía, no sabía cómo empezar a formular las preguntas pero tenía que hacerlo de alguna manera.

-Mamá... ¿Puedo preguntarte algo?- dije con mi vista clavada en la sombra tras la sábana.

-Claro- Respondió mientras seguía doblando prendas.

-¿Por qué papá no vuelve a casa? Tu sabes donde está y qué hace ¿Cierto?-

-¿Otra vez con eso? No sé que estará haciendo- Su respuesta me molestó, estaba segura de que sabía dónde estaba papá, por la rabia apreté con mi puño una funda de almohada que llevaba en mi mano.

-No evadas el tema, siempre dices que no sabes nada... ¿De verdad siguen casados?-

-Sarada... Por ahora no puedo decirte mucho- El aire resoplo recio haciendo mover la sábana tendida, mi madre alzó la mano para quitarla de enmedio con cierto temor a encararme.

Amores que matan (Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora