Kellie.
Era muy consciente de que Zach estaba esperándome en su camioneta, al igual que lo era también la vez en la que mi madre perdió la caja de mi padre, pero en ese momento me importaba más saber qué diablos había sucedido entre mis supuestos amigos y Zach que hacerlo esperar.
De nuevo, mis pensamientos estaban siendo injustos con las personas en cuestión, ya que a pesar de esta completamente traicionera situación, ellos no eran mis "supuestos amigos", ellos eran mis mejores amigos, y habían estado ahí para mi por mucho tiempo.
Sin embargo, lo últimamente mencionado no quitaba el hecho de que habían traicionado mi confianza, y que eso dolía.
—Bien —dije, mi voz sonando ahogada y buscando los ojos de los tres, sin embargo encontrando solo los de una —, estoy lista para escucharlos.
April suspiró, mordisqueando incesantemente su labio inferior, viéndose como un conejo en una trampa.
—Créeme, con lo mala que soy guardando un secreto, fue una tortura para mi. —admitió, y Lewis continuó hablando.
—Lo fue para todos. Créeme, dolía verte sufrir de esa manera y no poder decirte que te dejaras de tonterías y volvieras con él, pero no podíamos. Es por eso que insistimos tanto en que hablaras con Zach, que le preguntaras por qué.
—Todos sabíamos que no podíamos decirte, pero si le preguntabas a él, también sabíamos que no iba a ser capaz de mentirte —intervino Macy —. No podíamos, Kellie. Cuando Zach nos dijo la razón, nos hizo jurar previamente que no te diríamos. Por supuesto, yo imaginé que te había engañado con un mínimo de tres personas para estar así de preocupado que te enteraras, y acepté no decirte nada porque no quería lastimarte más. Cuando nos lo dijo, yo no podía creerlo, y por supuesto lo primero que hice fue decirle que te lo iba a decir, pero me recordó que había jurado no hacerlo, y dijo que aunque te lo dijéramos, no iba a volver contigo. No tendría sentido lastimarte más si nada iba a mejorar —hubo una pausa, y luego ella continuó —. En verdad lo sentimos.
Los miré a los tres con dureza.
Odiaba que me hubiesen mentido por tanto tiempo, pero si lo pensaba con la mente en frío, sabía que en realidad no era totalmente su culpa.
Sí, eran unos idiotas por mentirme, pero él los había hecho jurar no decirme nada, y un juramento era sagrado para nosotros. Y el idiota les había dicho que nada cambiaría.
—Vale. Necesito un par de días, supongo. —murmuré finalmente, ahora rehuyendo yo sus miradas.
Macy asintió con la cabeza, con una mueca de tristeza en el rostro.
Me despedí con una tensa sonrisa que los tres devolvieron y casi troté hasta donde Zach estaba esperándome, recostado contra su camioneta de brazos cruzados y una sonrisa, luciendo extremadamente guapo, y cualquier enojo que podría haber tenido hasta el momento se desvaneció al instante.
—¿Qué tal fue? —preguntó una vez estuve frente a él.
Nuevamente, ante mi repentina pero para nada nueva comodidad frente a él, actué sin pensar. Solté un sonido que parecía algo entre gruñido y un bufido, y apoyé mi frente contra su pecho, justo debajo de su clavícula. Mis manos descansaban en sus bíceps, los cuales se marcaban aún más al estar de brazos cruzados.
Zach se rió, descruzando sus brazos y dejando que una de sus manos descansara en mi cabello, y su otro brazo me rodeara la cintura, abrazándome.
—Así de bien, ¿eh?
Cuando hablé, mi voz sonó ahogada ante la posición en la que estaba.
—Se explicaron —dije —. Más o menos entendí su postura, pero eso no implica que no deberían habérmelo dicho. Y que tú no hayas sido un idiota también.
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Midnight Blue Eyes [ESPAÑOL]
RomanceÉl no ha sido capaz de dejar de robarle miradas en todo este tiempo, y ella todavía no ha logrado controlar los latidos de su corazón cada vez que lo veía hacerlo. Después de cuatro meses de lo que solo podría ser considerado un helado infierno, un...