Action (Leonardo Dicaprio)

Capítulo 7: Cambio de cita.

– Oye, estás exagerando, ¿OK? Suéltame en este instante – Mi humor empeoraba cada segundo un poco más.

– Yo no estoy exagerando, tú eres la niñita idiota de los problemas, estuviste todo este tiempo jugando conmigo y ¿Yo soy el del problema? – Seguía sosteniéndome en el mismo lugar, con la misma furia o incluso peor.

– ¡Nunca he jugado contigo! ¡Jamás te he prometido nada! Ahora bájame en este instante – Habíamos pasado de una charla normal y tranquila a un completo desastre de gritos e insultos que intercambiábamos.

– ¡BIEN YA BASTA! – Grité completamente histérica y al borde de las lágrimas. – ¡VETE DE MI CAMARÍN EN ESTE MISMO INSTANTE!

No parecía con intención de irse, por el contrario, caminó hacia la puerta para cerrarla y quien sabe qué hacer, pero alguien lo impidió del lado de afuera de mi camarín.

– ¿Qué así se trata a las mujeres hoy en día?

– No es el mejor momento para que vengas con tus estupideces – Contestó Ian completamente molesto.

– Ah, ya veo que tus padres no te enseñaron a respetar a las personas, ya veo de donde viene todo esto… – A diferencia de Ian, mi héroe, Leo, estaba con un tono muy tranquilo, el que lo caracterizaba y el que me volvía loca.

– Ya vete Ian –Intenté decir en un tono más tranquila, pero las lágrimas se me estaban volviendo insostenibles.

– No me voy a ir hasta no hablar contigo Skylar y en cuanto a ti – Dirigiéndose a Leo. – No tienes por qué meterte en nuestros asuntos, anciano.

– A pesar de tus problemas con la ira sé que eres un chico inteligente y sabes que no es muy conveniente para ti que yo intente partirte la cara porque sabes que terminarás mal, así que o te vas en este instante y dejas a la bella señorita tranquila o te las verás conmigo – Seguía manteniendo esa sonrisa, fingida, pero sonrisa al fin, con esa actitud de hombre verdadero sin miedo a nada. Perfecto.

– Esto no va a quedar así Skylar, estás avisada – Se retiró Ian con una amenaza que, estando junto a Leo no me hizo sentir miedo.

– Bien, veo que no le agrado mucho – Leo se sentó a mi lado y puso una de sus manos en mi rodilla – ¿Tú cómo estás? – Preguntó gentilmente.

– Bien, muchísimas gracias por lo que hiciste por mí, en serio, no sé qué pudo haber pasado si tú no llegabas.

– No es nada, cualquiera hubiera hecho lo mismo en mi lugar –Sonrió.

– En serio, ¿Cómo puedo agradecértelo? Ya sé, te enviaré un perfume, ¿Cuál es tu favorito? O… no, mejor no, quizás algo más genial, ¿Qué tal algo para decorar tu casa? O… sería mejor si…

– Ya Sky, no necesito nada de eso – Rio de mi estado acelerado.

– Y… ¿Qué es lo que necesitas?

– Bueno… ¿Sería muy inapropiado invitarte esta noche a cenar a un restaurante francés? –Preguntó tímido.

– Bueno… Lo inapropiado sería que yo aceptara y dejara que un hombre que podría ser mi padre me lleve en una cita – Me acerqué a él para intentar seducirlo.

– Tienes razón, yo… 

– Pero, me gusta lo inapropiado – Lo interrumpí con una sonrisa. – ¿Te veo a las 8? – Guiñe un ojo, cogí mi bolso y me dirigí a la salida de mi camarín.

– Paso por ti entonces – Gritó sonriendo.